Unas 20 concesionarias fueron notificadas el fin de semana pasado de que sus contratos iban a ser discontinuados. Es el primer impacto local del cierre de las plantas de Brasil y la finalización de la producción de los autos de Ford que vendían, incluso si en un primer momento desde Ford aseguraron que la decisión no implicaba el cierre de operaciones comerciales en Argentina. En total, la red de concesionarias Ford en el país llegaba a lo 59 agentes oficiales.

Y esto se tradujo en una confrontación entre Martín Galdeano, el CEO de Ford Argentina, y Ricardo Pignanelli, dirigente de Smata, por el impacto en el empleo. El sindicalista, esquivo de la CGT, es uno de los acompañantes de Alberto Fernández en el PJ y fue este viernes parte del Consejo Económico y Social en apoyo al gobierno.

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De esta pulseada también forma parte Acara, la Asociación de Concesionarias, ya que por la forma en la que se rompen los contratos, les corresponden importantes indemnizaciones a las empresas considerando que el cierre obedece a un objetivo de Ford para elevar sus ganancias, y la pulseada ahora se cierne sobre los trabajadores.

Fuentes del gobierno nacional señalaron a LPO que este tema lo está llevando el gobierno de la provincia, y  que está en la órbita del Ministerio de Trabajo.

Entre los concesionarios que cierran sus puertas están Serra Lima, que el último lunes finalizó sus operaciones y se despidió de su clientela tras 114 años en el mercado; Viel Automotores con 54 años de antigüedad, Autoandina, Organización Sur y Zíngaro, que seguirá funcionando como concesionaria de Volkswagen.

La empresa, al discontinuar la producción de varios de sus vehículos más económicos, opta por redireccionar su producción a las camionetas de trabajo y las orientadas a un público urbano de alto poder adquisitivo: las camionetas Ranger, las Raptor y la F-150; las SUV Kuga y Territory; y las vans Transit. A los compradores de los distintos Ford Ka no les entregarán los autos, sino que les devolverán el dinero; y a los de la EcoSport les sostendrán las cuotas y los vehículos que les entreguen no serán brasileños sino mexicanos. Y el único auto que seguirá en venta será el Mondeo.