La Sputnik V se encamina a generarle a Rusia al menos 10.000 millones de dólares de divisas este año y una cifra incalculable los próximos. Se trata de una especie de mina de oro farmacológico para esta economÃa emergente que podrÃa dejar en el pasado episodios de inestabilidad cambiaria, en parte gracias a este nuevo flujo de divisas.
Los economistas advierten que no va a ser un boom de divisas, pero sà un flujo sostenido en el tiempo, ya que todo indica que las vacunas contra el coronavirus y sus nuevas cepas, pasarán a incorporarse al calendario anual como sucede con las de influenza. Tras el aval de la comunidad cientÃfica, la Sputnik quedó posicionada como una de las mejores del mundo, cuando se cruzan las variables de cobertura, efectos adversos leves, facilidad logÃstica y precio accesible. Y no sólo eso, Rusia está fabricando otras tres vacunas.
"No veo un incremento acentuado y acelerado de las divisas en el corto plazo porque de hecho la vacuna está teniendo demoras en su producción y en su entrega, el efecto de corto plazo es más geopolÃtico que económico, aunque desde luego que en el mediano plazo el mayor volumen de divisas impacta en la estabilidad macroeconómica", dijo a este medio el especialista en comercio exterior Marcelo Elizondo.
En un primer momento, 500 millones de vacunas a diez dólares cada una de las dos dosis -que es la última capacidad instalada informada dentro de sus fronteras- le significarÃa un aumento del 2% de sus exportaciones este año. No obstante, hasta el momento Rusia ya tiene comprometidas ventas de vacunas para 1.200 millones de personas en base a los convenios firmados con más de cincuenta paÃses, lo que elevarÃa sus exportaciones en un 5%, por encima de la marca de 2019. Por eso, Putin no deja de promover nuevos puntos de fabricación tanto dentro de Rusia como en el extranjero.
"La restricción fÃsica es actualmente la mayor limitación. Parece que tienen dificultad para producir en el paÃs más de mil millones de vacunas. Y los acuerdos que está firmando el Fondo soberano ruso con los laboratorios en el extranjero, les permitirÃa fabricar 500 millones más de vacunas en 2021, pero fuera de Rusia", dijo a LPO el economista Héctor Rubini.
Rusia ya acordó que la Sputnik V sea fabricada también en Corea del Sur, Brasil, India y Kazajstán. También se explora su producción en Argentina y en Alemania, paÃs que podrÃa abrirle las ventas a todo Europa.
Un dato que complejiza determinar el impacto en las finanzas públicas rusas de este descubrimiento es que se desconoce el porcentaje de las ganancias de las ventas que se va a llevar el fondo soberano ruso que financió la investigación para el desarrollo de la Sputnik.
Pero está claro que el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) será el que se haga con el grueso de las divisas que reciba la Federación Rusa por la venta de la vacuna al resto del mundo. Y precisamente por eso, Rubini no considera que esto pueda generar una rápida apreciación del rublo, pero sà darle más estabilidad.
"No veo que el ingreso de más divisas por la Sputnik pueda generar a Rusia una suerte de enfermedad holandesa que afecte la viabilidad de otros sectores exportables. Eso requiere de cierta irresponsabilidad fiscal y Putin viene trabajando hace varios años en el ordenamiento macroeconómico del estado ruso. Y de hecho no se vio ese efecto ni con los mejores precios del petróleo", afirmó el economista.
Cabe recordar que en 2018, Rusia vio a su moneda sacudirse entre la caÃda del precio internacional del gas y la suba de tasas de la Fed. Con la devaluación logró pasar de tener déficit a superávit fiscal del 1,9%, unos 32.000 millones de dólares. La crisis no encontró al paÃs tan desprevenido porque ya en 2017 el gobierno habÃa avanzado en la reducción del déficit, que en 2016 habÃa sido del 3,7% del PBI.
"En teorÃa el grueso de los dólares los va a recibir el Fondo soberano que hace inversiones estratégicas, pero no vuelca las divisas en el mercado de cambios. A esas divisas no tienen acceso ni el Tesoro ni el Banco Central de Rusia, por lo que el impacto no lo veo por el lado cambiario ni el gasto público, sino por la mayor capacidad de inversión estratégica en satélites, seguridad e infraestructura", agregó Rubini.
"Una parte de las ganancias va a ir a las empresas, pero hay que entender que si bien la economÃa rusa dejó de ser socialista igual sigue teniendo un importante tutelaje del Estado y el Banco Central es lo suficientemente robusto como para administrar las reservas sin que esto afecte el tipo de cambio. Pero no todas las ganancias van a ir a Rusia, buena parte van a quedar en los lugares donde se fabrique", acotó Elizondo.
Asà y todo el mercado potencial para la Sputnik y las próximas vacunas rusas son los 7.700 millones de habitantes que tiene el planeta y que probablemente cada año o cada dos, tengan que darse un refuerzo. Y en este sentido, la Sputnik tiene ventajas en muchos frentes y podrÃa ampliar su participación en el mercado desde el piso del 16,5% actual. Por empezar, es de las más económicas del mercado, a veinte dólares ambas dosis, sale la mitad que los 40 de la vacuna de Pfizer, menos de la mitad que los 64 dólares de la de Moderna y los 60 de la china Sinopharm, aunque más que los casi 7 dólares de la vacuna de Oxford y AstraZeneca.
En su versión liofilizada -es decir en polvo para hidratar en el lugar de destino- se puede trasladar y conservar entre 2 y 8 grados centÃgrados y de esta forma cualquier heladera doméstica o comercial sirve para su almacenamiento, lo que reduce de forma drástica el costo de la logÃstica respecto de otras vacunas que requieren trasladarse a 40 grados bajo cero o menos. Desde este punto de vista, directamente es la única que se podrÃa administrar en vastas regiones del planeta que por la falta de infraestructura tienen restricciones materiales para la refrigeración.
En un comienzo los paÃses que acordaron con Rusia fueron los de los ex satélites de la Unión Soviética como Bielorrusia, Kazajstán y varios allegados estratégicos como Irán, Venezuela y Argentina. Pero luego se sumaron de varias partes más del mundo como Egipto o más recientemente Paraguay, Perú o HungrÃa. "El mercado más grande, China, por ahora de importarle vacunas a Rusia no dijo nada, Japón, Australia tampoco e India está comprando varias vacunas y tiene su propia producción", recordó Rubini.
El mercado europeo de 450 millones de habitantes que se le abre tras el giro de Merkel respecto de la vacuna, también podrÃa generarle otro punto adicional de sus exportaciones en los próximos años, más si se tiene en cuenta que se estima que sea necesaria una dosis de refuerzo cada dos años. La autorización de HungrÃa para su inoculación sugiere que la llegada de la Sputnik al viejo continente podrÃa darse más temprano que tarde.
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En este sentido, la traba comunitaria está dada por el requerimiento de la fabricación local y por lo pronto Sputnik no tiene convenio con un laboratorio en la UE que la fabrique. Pero los incentivos persisten para que se comience a vacunar cuanto antes: se demostró que no tiene efectos adversos severos -aunque puede generar sÃntomas similares a los de un cuadro gripal por uno o dos dÃas- y su eficacia supera el 90%.
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Chbc, por que solo el gobierno ruso elaboro una vacuna, en el resto de los paises, fueron privados. Analfabeto.
Importa que hacen? Berreta, muy berreta y predecible LPO, como se nota quien te banca!