La dirección del Partido Popular vive con creciente nerviosismo la precampaña para las elecciones del 12 de julio en Galicia y el País Vasco. Es la primera cita con las urnas después de las generales de noviembre y sobre todo tras la traumática experiencia social y económica de la pandemia del coronavirus.

Las encuestas sitúan a Alberto Núñez Feijóo con muchas posibilidades para revalidar la única mayoría absoluta que tiene el PP en toda España. Algunos sondeos le colocan incluso en cifras históricas, a la altura de las que logró Fraga durante sus 15 años de gobierno.

Feijóo ha jugado bien sus cartas en la gestión de la pandemia y parece haber reforzado su imagen tanto en Galicia como en el resto de España a pesar de las duras críticas de la oposición y de los sectores sanitarios de la comunidad que convocaron varias huelgas en los últimos años.

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La victoria del PP en Galicia debería ser una buena noticia para Casado, pero, sin embargo, un triunfo rotundo de Feijóo reforzaría la sensación de debilidad del liderazgo del presidente del PP y reabriría las dudas sobre sus posibilidades de gobernar en España, atado como está a la ultraderecha de Vox.

Feijóo se ha desmarcado varias veces de la línea política de Génova, no ha defendido la cuestionada gestión de Isabel Díaz Ayuso y ha criticado la línea agresiva de la portavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo, un nombramiento que siempre rechazó.

El presidente gallego ha querido subrayar en las últimas semanas su perfil más moderado en las relaciones con el Gobierno de Sánchez

El presidente gallego ha querido además subrayar en las últimas semanas su perfil más moderado en las relaciones con el gobierno de Sánchez a quien este domingo ha agradecido la colaboración, esfuerzo y diálogo con sus aciertos y errores.

Pablo Blanco Casado, presidente del PP español.

Según pudo saber LPO, todos estos movimientos, de momento muy sutiles e incipientes, están provocando tensión en Génova porque diversos sectores políticos y económicos cercanos al PP podrían apoyar a medio plazo la vía Feijóo para recuperar el centro político y tener opciones reales de desplazar al actual gobierno del PSOE y Unidas Podemos.

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La operación Feijóo es de momento silenciosa y el presidente gallego, una vez más se deja querer y no dirá nada en público que suponga lanzar su candidatura, pero Casado se puede encontrar el 12 de julio con un Feijóo triunfante mientras fracasa su arriesgada apuesta en el País Vasco en donde las encuestas son muy malas para la candidatura del repescado Iturgaiz tras la defenestración de Alfonso Alonso.

Feijóo no quiso hace dos años coger el tren tras la renuncia de Rajoy pero parece que el cartero puede volver a llamar a su puerta.