El ministro Martín Guzmán presentó un documento con las variables sobre las que se basará la renegociación de la deuda y agregó un nuevo instrumento para hacer más interesante la oferta a los bonistas: la posibilidad de ofrecer cupones atados al crecimiento del PBI.

"Como parte del proceso de restructuración de deuda se contempla la posibilidad de emitir instrumentos contingentes. Básicamente, que los pagos de deuda, los pagos de cupones, tengan una relación con la evolución de la tasa de crecimiento del producto", destacó en una reunión con periodistas en la que participó LPO.

"Si es algo que el mercado valora se pone sobre la mesa. Hay que discutir la forma precisa, pero solo haremos algo que sea valorado" aclaró. 

Se trata de una herramienta usada por Guillermo Nielsen y Roberto Lavagna en el canje del 2005, donde buscaron que los acreedores sean socios de la recuperación económica argentina. En ese momento, el país se comprometió a efectuar pagos adicionales en la medida que el PBI creciera por encima del 3% anual, lo que generó erogaciones en torno a los 10.000 millones de dólares entre 2006 y 2010 y una catarata de juicios por la modificación que hizo Axel Kicillof respecto al cálculo del PBI del 2013.

En este caso, el nivel sobre el cual se efectuarían pagos adicionales sería muy inferior, ya que Guzmán aspira a una tasa de crecimiento entre el 1,5% y el 2% del PBI a mediano plazo para evitar que las importaciones se disparen y mantener una balanza comercial positiva que permita acumular reservas.

Consistente con la estrategia de "no mostrar las cartas", el documento no anticipa las condiciones de la oferta, pero está alineado claramente con las sugerencias del FMI, que recomendó evitar pagos por cinco años y un "alivio sustancial" de entre USD 55.000 Y USD 85.000 millones.

De hecho, el propio ministro reconoció que se le prestará mucha atención al análisis de la misión técnica del Fondo a la hora de diseñar la oferta, pero que "no tiene que ser exactamente igual".

Según Guzmán, hay muchas combinaciones posibles entre los cinco principios que guiarán la reestructuración: el período de gracia, la reducción de cupones, el límite en la capacidad de servicio de la deuda en moneda extranjera, el mecanismo de recuperación de valor y el costo de refinanciación y exit yield.

Sobre este último punto es donde más hizo énfasis durante su presentación y lo catalogó como "un parámetro al que los acreedores le dan mucha importancia". "Estaremos mirando con mucha atención la información que nos brinda el mercado porque la expectativa de tasa de refinanciamiento del mercado a la salida de la reestructuración nos da información acerca de cuánto tiempo le va a costar a Argentina poder acceder al mercado de crédito a tasas sostenibles. Si la visión es que el exit yield es bajo, eso alentará las expectativas que la tasa convergerá a valores sostenibles más rápidamente. Y esa interacción será importante a la hora de una oferta concreta", destacó.

Respecto a los plazos para el lanzamiento de la oferta, que claramente se vieron afectados por la propagación del coronavirus, tampoco hubo grandes anuncios. Subrayó que las próximas dos semanas continuará con las conversaciones con los bonistas y pasado ese punto se buscará "sacar una oferta bien rápido".

Coronavirus

Los efectos económicos de la pandemia también formaron parte de la discusión. Guzmán dijo que las medidas tomadas tuvieron un costo fiscal del 0,2% del PBI en un solo mes que lógicamente aumentará de acuerdo a lo que dure su ejecución.

Esto modificará los supuestos macroeconómicos proyectados para los próximos dos años, pero no así los escenarios de mediano y largo plazo que según la visión del equipo económico, son los que determinan la propuesta de canje.

En cuanto al impacto a corto plazo sobre la economía local, el ministro omitió nuevas medidas y afirmó que potenciarán las ya anunciadas, con eje en la transferencia de ingresos a los sectores más vulnerables, la protección de empleos vía Repro y la extensión del seguro de desempleo.