El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, analiza qué medidas tomar ante el rebrote independentista en Cataluña y los serios episodios de violencia que se registraron en los últimos días.

El líder socialista realizó una rueda de consultas con los principales referentes de la oposición (Pablo Casado del PP; Albert Rivera de Ciudadanos; y Pablo Iglesias de Podemos) y por estas horas define el camino a seguir a la espera de cómo se desarrollan las protestas.

Sánchez se debate entre la postura más extrema, empujada por el PP y Ciudadanos, de volver a aplicar el artículo 155 de la Constitución como hizo Mariano Rajoy en 2017, lo que implica la intervención total de Cataluña, u otras medidas más "moderadas" como la Ley de Seguridad Nacional. Esta norma, menos compleja que el 155, le permite al gobierno central tomar el control de todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Según explicó LPO España, Casado es partidario de enviar al líder catalán, Quim Torra, un "requerimiento" para que cumpla sus "obligaciones constitucionales y legales" por si es necesario aplicar el 155. Rivera, en tanto, apuesta por aprobar la aplicación del 155 directamente. Por su parte, Iglesias apoyará al Gobierno en aquellas medidas que incidan en la "desinflamación".

Fuentes gubernamentales apuntan a LPO que "la coordinación funciona sin que tengan que aplicarse, de momento, medidas excepcionales". Sin embargo, existe cierta preocupación a partir del viernes, cuando confluyan en Barcelona las cinco 'Marchas por la Libertad' convocadas por ANC y Ã’mnium; la huelga general, los paros en las universidades y colegios y las llamadas de los Comités en Defensa de la República (CDR) a volver a colapsar El Prat. 

Los populares ya apuntan que el aeropuerto se considera infraestructura crítica y, por lo tanto, Sánchez "ya tendría que haber aprobado la Ley de Seguridad Nacional".

Por ahora, Sánchez ha dicho que contempla "todos los escenarios" pero no tomará medidas por el momento. "No vamos a sobreactuar", adelantó, pero aclaró que el Estado defenderá "el orden constitucional" en Cataluña.

El presidente en funciones dijo que "modulará" su actuación "en función de la actitud de los responsables de la Generalitat". Sánchez considera que una actuación en estos momentos podría ser interpretada como una exaltación política, y ha señalado que la "única esperanza" de los grupos independentistas "es vernos exaltados y divididos para que caigamos en sus provocaciones y alimentemos una espiral violenta".

El líder socialista ha vuelto a presionar a Quim Torra y le ha hecho un llamamiento expreso recordándole el "deber político y moral" del president de la Generalitat de "condenar la violencia sin excusas ni paliativos".