Por primera vez desde el inicio del nuevo esquema monetario, el Banco Central tuvo que intervenir en el mercado cambiario comprando 20 millones de dólares ante la perforación del piso de la banda.
Si bien la divisa ya habÃa cruzado este lÃmite el último lunes, no se habÃa llegado a "formar mercado" y rápidamente se volvió a ubicar dentro de la zona de no intervención, evitando la compra de dólares por parte del Central.
Sin embargo, este jueves el fenómeno se dio con mucha mayor vehemencia, al llegar a cotizar a $37,10 en el segmento mayorista y ubicarse hasta 26 centavos por debajo del piso inferior. En consecuencia, Sandleris convocó a una inminente subasta que resultó insuficiente y no logró traccionar la divisa nuevamente hacia el centro de la banda.
La mayorÃa de los analistas considera que esta operación constituye un grave error por parte de la máxima autoridad monetaria, que deberÃa evitar una expansión en pesos. Es que de acuerdo a la meta del programa monetario de enero, el Central no necesita contraer más la base, pero tampoco tiene mucho margen para expandirla.
Por el contrario, los especialistas sostienen que ante esta situación hay margen para bajar la tasa y que eso lleve la cotización hacia arriba. "Prefiero que el Central relaje vÃa baja de encaje no remunerado para aceitar la baja de Leliq y potencial la capacidad prestable de los bancos", subrayó Federico Furiase, director de Eco Go.
Visto que el tipo de cambio se mantenÃa fijo en $37,10 y para evitar recurrir a una nueva subasta, la máxima autoridad monetaria escuchó al mercado y forzó una leve baja de tasas. En la clásica licitación de Leliq, adjudicó $151.332 millones a un promedio de corte de 58,459%, es decir, un recorte de 32 puntos básicos.
A pesar de expandir $1.700 millones vÃa Leliq que se sumaron a los $746 millones de la compra de divisas, la baja de tasas resultó insuficiente y el dólar terminó cerrando en un valor incluso menor: $37,08 en el segmento mayorista y $38,16 en el minorista.
Es que Sandleris se está manejando con mucha prudencia, dado que el lÃmite es muy fino y ante una baja abrupta de tasas -como ya se observó en otras oportunidades- la divisa podrÃa dispararse más allá de lo buscado, provocando nuevas tensiones inflacionarias.
Lejos de lo que esperaba el Gobierno, las mismas dejaron de transitar un sendero a la baja, lo que quedó demostrado en el las últimas expectativas del REM, que estimaron una variación cercana al 30% para el 2019.
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Paranoico decía que todo iba a estallar.
Pero ahora los quiere encanutar.
Está perdido
Así compramos