El nivel de actividad económica se retrajo fuertemente en el mes de mayo de la mano de la abrupta escalada del dólar. De acuerdo al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) del Indec, mayo anotó una caída del 1,4% respecto de abril y del 5,8% interanual, la mayor contracción de la era Macri.

Es el segundo mes consecutivo de caída del nivel de actividad. En abril ya se había contraído 2,8% respecto de marzo y 0,6% respecto de abril de 2017. De esta forma se consolida el sendero recesivo anticipado por consultoras y el mismo Gobierno. Entre marzo de 2017 y marzo de este año se había registrado una racha de 13 meses expansivos.

En términos de crecimiento acumulado, el máximo se registró en febrero cuando llegó a 4,5% interanual. Desde entonces viene cayendo y con la retracción del nivel de actividad de los últimos meses, en mayo quedó acotado a solo 0,6%.

Según consignó el Indec, la rama de actividad de mayor incidencia en la contracción anual del EMAE fue "Agricultura, ganadería, caza y silvicultura", que cayó 35,2% por el efecto de la sequía.

"Las otras ramas que contribuyeron a la caída del indicador fueron ?Impuestos netos de subsidios' y ?Transporte y comunicaciones'", detalló el informe oficial. En efecto el primero se retrajo 2,7% y el segundo 4,9% interanual. La pesca, cuya incidencia es acotada en la composición del Estimador, anotó la segunda mayor caída: 29,2% interanual.

En contraposición, "Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler", que creció 4% respecto de igual mes de 2017, "Intermediación financiera", que aumentó 10,8%, y "Construcción", que sumó 4,4%, son los sectores de mayor incidencia positiva.

Parte de la caída también obedece a que la capacidad de tracción de estos sectores se vio limitada. "Construcción" había sabido anotar meses de crecimiento superior al 8% interanual y, actualmente, se redujo prácticamente a la mitad. Por ejemplo, en junio de 2017, el sector se ampliaba a un ritmo del 9,3% interanual.

La fuerte suba del dólar, que en mayo anotó un alza del 20,5% y generó un freno en varios sectores, de acuerdo al EMAE tuvo un efecto acotado: la "Industria manufacturera" retrocedió 1,4% al igual que "Electricidad, gas y agua", pero no generó un retroceso en "Comercio", que creció 0,6%, ni en "Inmobiliaria y alquileres", que sumó 4% interanual. Varios indicadores de junio muestran una mayor retracción. Por ejemplo, la actividad industrial pyme cayó 3,9%.

Por la falta de margen para hacer políticas anticíclicas y las elevadas tasas de interés que mantienen al dólar en calma tras la corrida cambiaria, economistas prevén que el segundo trimestre haya sido el primero de entre dos y cuatro de recesión.

"La principal incógnita sigue siendo la duración de la recesión. Desde ya, una condición necesaria para que la economía se recupere es que las tensiones cambiarias / monetarias se relajen. De reactivarse la corrida cambiaria, el escenario apunta a una mayor aceleración inflacionaria, y, por lo tanto, una caída más profunda del producto. Las tasas altas, actualmente, aumentan el costo financiero de las empresas, por lo que también impactan negativamente en la actividad", remarcó Martín Alfie, economista en jefe de la consultora Radar.

Por ende, para él, "todo indica que será la recesión más fuerte desde la vivida en 2009. Es decir, la que acumule una caída más fuerte punta a punta, desde inicios de la recesión hasta el final. Esto se debe al combo sequía, salto del tipo de cambio abrupto, restricción de liquidez y ajuste fiscal".