El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, busca avanzar en la reducción de la brecha laboral entre hombres y mujeres, que hace que actualmente tres cuartos de las personas más pobres del país sean mujeres mientras que ese porcentaje se reduce a menos de la mitad en el diez por ciento más rico del país.

Como el primer paso es el diagnóstico, el subsecretario de Políticas y Estadísticas Laborales, José Anchorena, presentó el informe Mujeres en el Mundo del Trabajo en el que muestra que "en la Argentina hay brecha de participación, de salarios y de jerarquías".

Entre los trabajadores en blanco, las mujeres ganan entre 21% y 24% menos que los hombres al mes. Entre los trabajadores no registrados, esta diferencia se amplía hasta el 35%. Pero al comparar lo que cobran en promedio por hora varones y mujeres, la brecha salarial desaparece.

"Esto indica que la brecha en Argentina en esencia es de participación y esto tiene que ver con las horas de trabajo doméstico no remunerado", explicó Anchorena.

De acuerdo con lo recabado en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, 57,6% de los varones mayores de 16 años participan en las labores del hogar y lo hacen en promedio 3,4 horas diarias. Mientras, el 88,9% de las mujeres realizan tareas domésticas en sus casas y lo hacen en promedio 6,4 horas por día. En otras palabras, las mujeres dedican al cuidado de su hogar y sus familiares casi el doble de tiempo que los varones y, mientras solo el 11% de ellas está exenta de estas labores, para los hombres este número se cuadriplica.

Esto se traduce en la brecha de participación, el diferencial entre tasas de actividad entre mujeres y varones. Mientras que este índice alcanza al 48,1% de las mujeres, para los hombres asciende al 72,4%, lo que significa una diferencia de 24,3 puntos porcentuales en el promedio nacional.

Pero la cifra no es representativa de la realidad en distintas partes del país: mientras que en la Ciudad de Buenos Aires esta brecha es de 15,6 puntos porcentuales -en línea con lo que sucede en países desarrollados-, en el Noroeste Argentino llega a su máximo de 26,6 puntos -muy por encima del promedio latinoamericano-, en el Noreste llega a 23,8 puntos y en Cuyo se amplía a los 25,9 puntos.

Para revertir esta situación, fuentes del Ministerio informaron a LPO que están realizando un estudio de geo-referenciación de la oferta de jardines de infantes y centros de primera infancia (CPI) para alivianar las horas de cuidado de menores que recae diferencialmente sobre mujeres y niñas.

Y para avanzar en estos cambios, el Ministerio de Trabajo propuso al Congreso comenzar a equiparar la licencia por maternidad (90 días) con la de paternidad al hacerla pasar de 2 a 10 días corridos en una primera etapa.

El Ministerio de Trabajo propuso al Congreso comenzar a equiparar la licencia por maternidad con la de paternidad al hacerla pasar de 2 a 10 días corridos.

Además, junto con el Indec, se está llevando a cabo la primera encuesta sobre trabajo infantil, que revelará también cómo la carga desigual del cuidado de la familia y la casa entre niños y niñas afecta su acceso a la educación.

Los resultados, que se esperan para finales de octubre, servirán de diagnóstico para la erradicación del trabajo infantil. En noviembre, Buenos Aires será anfitriona de la IV Conferencia Internacional sobre la Erradicación Sostenida del Trabajo Infantil organizada por el Gobierno junto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La otra brecha es la jerárquica, el famoso "techo de cristal" por el que entre los cargos directivos la presencia de varones es preponderante.

En este último caso, el informe señaló que en el ámbito empresarial "aún en los casos que las mujeres acceden a puestos jerárquicos, en general, se trata de gerencias con menores remuneraciones como, por ejemplo, las de administración o recursos humanos, a diferencia de los varones que suelen ocupar las gerencias financieras, de ventas, o productivas, mejor remuneradas". "La participación diferenciada de varones y mujeres en puestos de decisión, según rama de actividad muestra en general una mayor concentración de los varones en puestos directivos y jefaturas intermedias. Esto se verifica en todos los sectores, excepto en los servicios sociales y personales, donde se registra la relación inversa, dado que la dotación de mujeres en este sector es un 65% por ciento, y la de varones es de un 35 por ciento", sostuvo el análisis.

Según datos de abril de 2017 de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), la participación de las mujeres en puestos de Dirección por rama de actividad es el siguiente: Industria Manufacturera 21%; Construcción 15%; Comercio, restaurantes y hoteles 23%; Transporte, almacenaje, y telecomunicaciones 29% Servicios financieros y prestados a las empresas, 24%; Servicios Sociales básicos y prestados a las personas 60%.