En su larga trayectoria política, René Bejarano sufrió dos grandes golpes. El primero, por lejos el más recordado, fue el de los video escándalos. Terminó en la cárcel, explotó su vínculo con López Obrador, y desencadenó además el segundo revés de su carrera: la marginación de su tribu al interior del PRD.

En 2015, su tribu Izquierda Democrática Nacional –que había crecido de la mano de AMLO- fue desplazada por Los Chuchos, ADN y el brazo perredista de Mancera, Héctor Serrano.

Los números no mienten: después de esa elección pasaría de controlar 30 diputados a sólo seis. De 14 legisladores locales del DF a sólo uno. Y de seis delegados, a no tener ninguna presencia territorial. Un verdadero golpe político.

Su respuesta fue del mismo calibre: sobre todo en la Cuauhtémoc –también lo habría hecho en otras delegaciones- respondió con un apoyo subterráneo a Ricardo Monreal, entonces candidato de Morena. Desde el PRD jugaba para el enemigo.

Quienes lo conocen aseguran a LPO que por estos días su estrategia es similar. “El Profe no pone todos los huevos en una misma canasta”, aseguran.

Bejarano sabe que su estructura, aunque esté disminuida, sigue siendo valiosa para el bloque anti-chuchos, que este año deberá enfrentarse al poder de Nueva Izquierda en los Estados en el marco de la renovación de autoridades en el PRD. Los consejeros que consiga podrían definir para un lado o para el otro la balanza.

Por eso ya presiona demostrando un posible acuerdo oculto con Monreal. “René se ilusiona con tejer lazos con el futuro jefe de gobierno, aun siendo de Morena. Si tuviera esos lazos la el GDF, podría retomar el control del PRD, que pasaría a ser un partido satélite de Morena”, cuenta un hombre que surgió de la cantera de IDN.

Desde las oficinas de Ricardo Monreal, en cambio, niegan cualquier tipo de acercamiento. Aseguran que Andrés Manuel López Obrador ya bajó la orden de no aceptarlo, tampoco a su mujer Dolores Padierna, por el alto costo que significaría tener una imagen de Bejarano entre las filas de Morena.

“Él suelta esta información errónea para contener a su tropa, que ya se está viniendo con nosotros. El problema es que el 9 de abril, cuando se firme el Acuerdo con la presencia de AMLO en DF, habrá muchos militantes perredistas”, explicó un asesor de la Cuauhtémoc.