La historia del PAN en la Miguel Hidalgo se convirtió en una verdadera novela, con un apasionante reagrupamiento de actores y amenazas encubiertas de operadores de jugar de "brazos caídos" en las elecciones del próximo mes de julio, cuando se elija al primer alcalde de ese terruño.

En este medio ya se reveló la decisión de Xóchitl Gálvez de ceder la delegación al grupo de Jorge Romero -que impulsa a Margarita Martínez Fisher- a cambio de encabezar la dupla de candidatos al Senado por le Frente, espacio que según el siglado le correspondía al PRD.

Esa negociación hirió a uno de los principales aliados de Xóchitl, el influyente Obdulio Ávila, que ocupa la Dirección General De Servicios Jurídicos y Gobierno, pero en rigor es un hombre clave por su manejo del ambulantaje y el comercio informal en la delegación.

Obdulio fue un actor clave en la campaña de Gálvez, al menos hasta que ingresó Arne y tomó el protagonismo total. Ávila llegó de la mano de Jorge Triana, a su vez impulsado en la delegación por Santiago Creel.

El problema de Obdulio fue el círculo que construyó junto a Triana y Edmundo José María Cruz Cotero, un funcionario que terminó saliendo de la estructura de la delegación con mucha desconfianza de la propio delegada.

Desde los equipos de Jorge Romero recuerdan que a este subgrupo de la Miguel Hidalgo se les ofreció una alianza local, pero Triana la rechazó. "Ahora no pueden enojarse, negociamos con su jefa y se quedaron afuera por sus malas apuestas", ironizan desde la Benito Juárez.

Sin embargo, hay un aspecto que sí preocupa en el panismo de la Ciudad. Aunque la estructura institucional de Obdulio no es sólida ni robusta, sí le reconocen su influencia entre los vendedores ambulantes. "En una elección que puede terminar reñida con Romo, si juega de brazos caídos nos puede complicar", explican a este medio.