La percepción negativa que aún persiste respecto a los resultados de la gestión de Alberto es lo que hoy, en gran parte, explica que, a pesar de las medidas de ajuste tomadas por el Presidente, un porcentaje considerable de la sociedad lo siga respaldando. |
En la década de 1960 los sociólogos Peter Berger y Thomas Luckmann publicaron uno de los libros más influyentes de la disciplina. La construcción social de la realidad sintetizó que, en opinión pública, la realidad no está hecha de objetos, leyes, economÃa, ni autoridades. La realidad es una construcción social basada en la percepción que las personas forman a partir de -como dirÃa el sociólogo Manuel Mora y Araujo- la conversación que circula en el dÃa a dÃa. Las cosas son como los individuos las perciben. Si creen que la economÃa va mal, es asÃ; Si creen que el responsable es el gobierno anterior, también es asÃ. El desafÃo de la polÃtica es entender esta dinámica para alcanzar y mantenerse en el gobierno. Si la desconoce o la enfrenta, tendrá los dÃas contados.
El principal contrato electoral de Javier Milei con los argentinos se basó en dos pilares. Por un lado, 7 de cada 10 argentinos querÃan un cambio; lo más distinto que se pudiese respecto a quienes gobernaron desde 2019. En segundo lugar, los votantes aceptaron que un ajuste era necesario, pero votaron a Milei para que ese ajuste lo pague la casta. Este último matiz fue un contraste respecto a la otra candidata que expresaba un cambio. En grupos focales preelectorales, la percepción de cambio estaba clarÃsima en ambos candidatos; sin embargo, a la hora de preguntarles por el ajuste, los participantes decÃan que Patricia Bullrich ajustarÃa a todas las personas, mientras que Milei solo "a la polÃtica, a la casta, a los mismos de siempre". Algo de esto se reveló en el reciente estudio publicado por GOP y Trespuntozero en el cual, entre quienes sà están de acuerdo con el ajuste, el 65% dijo que "no deberÃa afectar a personas como yo". En otras palabras, el ajuste es necesario, pero no ajustarme a mÃ. Con los primeros estudios de opinión pública a dÃas de haber comenzado el gobierno y habiéndose tomado ya algunas medidas económicas, el 75% de las personas ya está convencida de que el ajuste lo va a pagar la gente, mientras que 45,6% (aún) cree que lo va a pagar la polÃtica. Si el primer número sube, y el segundo baja, la base de sustanciación electoral de Milei se verá defraudada.
La percepción negativa que aún persiste respecto a los resultados de la gestión de Alberto Fernández es lo que hoy, en gran parte, explica que, a pesar de las medidas de ajuste tomadas por el Presidente, un porcentaje considerable de la sociedad lo siga respaldando. Cuando se les preguntó a los argentinos quién es el responsable del aumento de los precios en los últimos 10 dÃas, solo 3 de cada 10 respondieron Milei, mientras que casi la mitad dijo Alberto Fernández. Como evidencia el estudio de Zuban Córdoba, es esperable que entre los votantes de Milei más del 90% considere que el responsable es Alberto, y que entre los votantes de Massa el 70% crea que el responsable es Milei. Son votantes convencidos y cuya opinión es más difÃcil (aunque no imposible) de cambiar. Lo interesante -y que deberÃa preocupar al equipo del libertario- está en la percepción de responsabilidad hacia Milei entre quienes en las generales votaron a Schiaretti (57,6%) y votantes en blanco en el balotaje (37,9%). Ahà hay un votante que contener.
En estos primeros dÃas de gestión y sobre todo a la luz de los primeros sondeos, es evidente que la idea de que es necesario un ajuste para luego estar mejor, se convirtió en una máxima aceptada y apoyada por un importante sector de la sociedad (50%); sumado a ello, 47,5% considera que la única manera de hacerlo es a través de una polÃtica de shock. Los vientos de la opinión pública parecieran continuar favorables al Presidente y su luna de miel. El interrogante es qué ocurrirá cuando las primeras facturas de luz, agua y gas lleguen a los hogares, cuando el aumento anunciado para el transporte público se materialice y, como también anticipó Milei, se experimente un vertiginoso aumento en la inflación en los próximos meses, combinándolo con un enfriamiento de la economÃa, es decir congelamiento de salarios, reducción del consumo y quizás desempleo.
El gobierno de Milei se enfrenta con semanas decisivas. El desafÃo por estos dÃas no es aumentar la base electoral, sino evitar desconectarse con sus votantes. Como señala el último informe de Circuitos, 36% de los argentinos consideran que los principales beneficiarios de las medidas del Presidente son los grandes empresarios, mientras que 61% creen que los principales perjudicados son los trabajadores. Apenas 15% creen que la casta está siendo perjudicada. Incluso mirando a los votantes duros de Milei, solo 33% creen que sà se está afectando a la casta. La alarma deberÃa estar puesta en contener la percepción de los votantes blandos, aquellos que entre las generales y el balotaje decidieron apoyarlo pero que no necesariamente apoyan todas las medidas: apenas 1,8% considera que se está afectando a la casta y 68% cree que se está afectando a los trabajadores.
Es muy probable que, ante ajustes como los que el Ejecutivo pregona por estos dÃas y que tarde o temprano se sentirán en los bolsillos, se les ofrezca a los electores simbolismos para sostener el ánimo y mantener viva la motivación originaria del voto. Si el gobierno pierde la identidad de cambio y de anticasta, el castillo de naipes se derrumbará tan vertiginosamente como lo ha sido el ascenso del propio Milei.
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