Un seguidor de Jair Bolsonaro mató a un simpatizante de Lula en una pelea en Matto Grosso. Se trata de la segunda muerte en contexto de creciente polarización a tres semanas de las elecciones presidenciales. Como anticipó LPO, Brasil viene experimentando una violencia política que preocupa en la medida que el Gobierno sigue profundizando la narrativa de confrontación.
El autor del crimen se llama Rafael de Oliveira, de 24 años, a quien la Justicia de Mato Grosso lo dejó en prisión preventiva. Según la policía, Oliveira confesó haber matado a puñaladas a su compañero de trabajo después de una discusión política. El autor intentó decapitar a la víctima y, tras el crimen, filmó el cuerpo.
Sicarios y presidentes bajo amenaza, el regreso de la violencia política en la región
Lula no dudó en acusar a Bolsonaro por lo ocurrido a través del Twitter: "Con gran tristeza escuché la noticia del asesinato de Benedito Cardoso dos Santos, en la zona rural de Confresa. La intolerancia se llevó otra vida. Brasil no merece el odio que se ha instaurado en ese país. Mis condolencias a la familia y amigos de Benedito".
Luego, en un acto de campaña en San Pablo dijo "el PT tiene la obligación de saber todo para ayudar a esta familia que fue víctima del genocidio llamado Bolsonaro". "El país se encamina hacia un salvajismo del que no éramos conscientes hasta entonces. Es una demostración del clima de odio instaurado en el proceso electoral. Algo totalmente anormal", agregó. En paralelo, Bolsonaro lanzó su spot de campaña donde divide "la familia y los valores" contra Lula con imágenes del masivo acto en Copacabana por los 200 años del día de la independencia.
Las últimas encuestas publicadas entre el viernes y el sábado indican que Lula sigue arriba con 44 puntos contra 33 de Bolsonaro. El Presidente frenó su recuperación aunque garantiza su presencia en la segunda vuelta, donde perdería 52-39.
