
Lula cerró una gira internacional de alto nivel. Fue invitado a Egipto a participar de la cumbre del Clima donde recibió más de diez pedidos de reuniones bilaterales y luego terminó en Portugal donde mantuvo encuentros con el presidente y el primer ministro.
Lula aprovechó la gira para reforzar su narrativa de "Brasil de vuelta al mundo" frente a lo que califica como cuatro años de aislamiento de Bolsonaro en las grandes discusiones globales. Lo cierto es que Lula, como presidente electo, tuvo un nivel de reconocimiento en línea con lo que fueron los reconocimientos el día de la elección.
LPO habló con Diego Azzi, doctor en Sociología por la Universidad de San Pablo (USP) y coordinador de la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal del ABC (UFABC) de Brasil. El académico asegura que "para un presidente electo que aún no ha asumido, es impresionante la acogida y el respeto que ha recibido Lula por parte de las principales potencias y organismos internacionales. Esto muestra cuánto se ha aislado diplomáticamente Brasil en los últimos cuatro años".
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"Al mismo tiempo que mantuvo la demanda de recursos del Sur global ya prometida por los países ricos, Lula reposicionó a Brasil como un socio comprometido con el proceso climático multilateral", agregó.
Por su parte, el periodista y analista internacional de la CNN, Lourival Sant' Anna, dijo que "Lula demostró que comprende el momento que el mundo vive en relación a la emergencia climática y el papel de Brasil tiene en la Amazonia. El (Lula) recordó que en su gobierno y en el comienzo de Dilma Rousseff, entre 2005 y 2012, hubo un freno de la deforestación y el PBI del agro-negocio creció un 75 por ciento, dejando claro que no es contradictorio".
Para Azzi, "Lula tendrá que ser una política internacional de coherencia, cooperación y recuperación de la credibilidad de Brasil frente a sus interlocutores internacionales. La polarización EEUU-China y Occidente-Rusia presenta enormes desafíos a una política exterior que tradicionalmente se posiciona en defensa de la paz, el desarrollo y la justicia social". "Pero esto podría volver a colocar a Brasil en una posición de mediador de interés entre las grandes potencias y el mundo en desarrollo, hablando no solo por sí mismo sino también alzando la voz en defensa de los países con menor poder relativo", añadió.
En ese sentido, Sant 'Anna afirma que " una politica externa parecida a la que ya llevo a la practica sus gobiernos. Él buscó un contrapeso de poder con EEUU acercándose a China, ayudó al desarrollo de los países africanos y se acercó a la izquierda de América Latina. Seguro que hará una política económica proteccionista, y no va a avanzar el acuerdo Unión Europea-Mercosur ni la reducción de la Arancel Común Externo que propuso Paulo Guedes pero ni Argentina ni el nuevo gobierno de Brasil están interesados". "Con la guerra en Ucrania puede hacer menos ambivalencia y más gestos a Rusia porque el Partido de los Trabajadores dicen que la OTAN es la responsable del inicio del conflicto", apuntó.
Sobre la idea de "Brasil de vuelta", Azzi sostuvo que "en términos de simbolismo discursivo e imagen es cierto. A nivel práctico, tendremos un regreso a la diplomacia presidencial en Brasil, algo que con Bolsonaro se destacó por sus aspectos y resultados negativos, conflictivos. Lula y su capacidad de negociación pueden ayudar a Itamaraty a recuperar el perfil de Brasil en las relaciones bilaterales, regionales y multilaterales".
Además, destacó que "el apoyo más importante que puede recibir Lula en este momento en relación a su situación interna, es el apoyo de los EEUU. Demostrar claramente que el gobierno brasileño puede tener una agenda de cooperación positiva con los Washington es un elemento que puede ayudar a proporcionar mayor estabilidad en la política interna, al mismo tiempo que puede dar más espacio para llevar a cabo proyectos más autónomos en materia de integración y la coordinación regional y las relaciones con el Sur global".
En este plano, el periodista de la CNN marca un contrapunto y, si bien reconoce Lula tiene prestigio y reconocimiento en lo que respecta al Amazonas, aclara que "en otros temas Brasil no tiene un peso importante. Lula tiene la fantasía de que puede mediar en negociaciones y procesos de paz, pero sólo tiene la posibilidad de enviar fuerzas paz a Haití y otros países, pero no es un gran actor mundial".
En relación a la vocación regionalista que tendrá el nuevo gobierno de Lula, Diego Azzi, asegura que "la región tendrá un alto nivel de importancia y se pondrán en práctica los esfuerzos para reconstruir la institucionalidad de Unasur. Mucho dependerá del escenario bélico internacional y de la correlación de fuerzas internas de cada uno de los socios regionales. Hay una combinación de fuerzas progresistas en el poder que uno debería tratar de capitalizar rápidamente".
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Esperen un poco y lo veran,