En Ferraz saben que la centralidad de Pedro Sánchez es la clave de la campaña. LÃder del PSOE, presidente del Gobierno y candidato, el triunfo o la derrota están al alcance de la mano para el hombre que superó el desplante de la estructura partidaria, se hizo con la formación y protagonizó una moción de censura para llegar a Moncloa. Pero la suerte incierta de Sánchez no es un factor menor para los barones.
Hay dos factores que hacen dudar a los lÃderes territoriales, uno muy ligado al otro: la debacle del PSOE en las autonómicas y municipales y la tendencia a favor de Alberto Núñez Feijóo desde la arremetida electoral del PP. Los que predicen un fin de ciclo, que han soportado a Sánchez a su pesar, coinciden en que debe primar la prudencia y el orden, como marcan los estatutos y los tiempos polÃticos, algo en lo que coinciden los más cautos con el futuro del PSOE.
El presidente ha convencido al entorno que podrá ganar la elección o, en el escenario más realista, bloquear la investidura de Feijóo, un empate entre bloques necesario para ganar aire y desgastar la convivencia entre el PP y Vox. Sin embargo, los asesores y más cercanos a Sánchez ven otros movimientos entre los barones. Existen casos y casos, algunos más llamativos por los movimientos en las sombras.
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Para empezar, los lÃderes del PSOE están procurando su porvenir polÃtico. Salvo el extremeño Guillermo Fernández Vara, quien luchó hasta el final para presionar a MarÃa Guardiola, el resto de los barones, que perdieron sus feudos, se ubicarán en el Senado, tribuna que da poder y visibilidad o, según la persona, un refugio hasta después de las generales. Puede no haber un descalabro inmediato, pero en estos juegos se perfila la próxima versión del PSOE.
El valenciano Ximo Puig, el aragonés Javier Lambán y el madrileño Juan Lobato serán senadores por designación autonómica. Todos ellos cargan con la cruz del fracaso, si bien los primeros dos cuentan con experiencia de gestión y conducción y pretenden mantener su cuota de influencia en las federaciones. Tienen a su favor que son opciones más atractivas que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcÃa-Page en caso de reemplazo a Sánchez, como lo fue Feijóo para el PP.
Lobato seguirá como secretario general del PSOE-M y portavoz del Grupo Socialista en la Asamblea de Madrid, y conjugará los cargos con el escaño en el Senado, lo que ha levantado suspicacias en la federación y la sede nacional del partido. Es que Lobato parece haberse anotado para una carrera de sucesión sin siquiera poder darle el liderazgo de la oposición a los socialistas madrileños. En Ferraz no olvidan, confirma una fuente del PSOE a LPO.
Otras personas del partido desmienten explÃcitamente estas versiones y aseguran que los cargos en el Senado son una prerrogativa -aunque algunas decisiones fueron arbitrarias- y el manto de sospecha fue instalado por el PP como parte de su campaña de fake news y desinformación. En Génova se desligan y se regocijan en la supuesta debilidad de Sánchez, una narrativa conveniente a menos de dos semanas de la elección.
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En definitiva, los barones se preparan para proyectarse o mantenerse en la cúspide en sus territorios y levantar el perfil frente a las épocas inciertas del partido, quizás adelantándose demasiado, como recuerdan los leales a Sánchez, y estar listos en caso de que Feijóo y Santiago Abascal asciendan en las urnas. Hay pasos concretos en la dirección de consolidar poder propio, mientras Moncloa sobrelleva una campaña cuesta arriba y definitiva.
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