
José Luis RodrÃguez Zapatero es una fuente de consulta de socialistas y hasta de dirigentes de otros partidos. El expresidente del Gobierno dio su visión sobre las elecciones municipales y autonómica del 28 de mayo y, en particular, de la situación de los barones socialistas en precampaña, algo que les lleva a contradecir y hasta distanciarse de Pedro Sánchez. Ellos tienen que defender el interés de su comunidad, pero es una lógica de corto plazo", dijo.
El exlÃder del PSOE se refiere al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcÃa-Page, quien no ahorra crÃticas a leyes promovidas por Moncloa, como la modificación del Código Penal pactada con ERC y Bildu. No es el único caso. Juan Lobato de Madrid, Ximo Puig de Comunidad Valenciana y Luis Tudanca de Castilla y León. La alianza parlamentaria de Sánchez con partidos separatistas es una cruza para los barones.
Zapatero recordó la guerra sin cuartel con José Bono, a quien le ganó la interna por el liderazgo socialista por nueve votos. Era julio de 2000, José MarÃa Aznar gobernaba y Bono no solo era el titular del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, sino el favorito. Zapatero terminó quedándose con la conducción y en 2004 llegarÃa a Moncloa con una agenda progresista que cambiarÃa a la sociedad española.
Antes de dejar anticipadamente la presidencia del Gobierno, en diciembre, Zapatero les concedió a los barones el beneficio de plantear sus propias campañas. Las regionales y municipales fueron una debacle para el PSOE. En cambio, los lÃderes autonómicos van ahora a unas elecciones sin una crisis económica de magnitud como telón de fondo y cabeza a cabeza con los populares en algunas comunidades.
No es la primera vez que el sucesor de Aznar respalda al actual presidente. Pese a las crÃticas del PSOE, sostuvo que la posición de Sánchez respecto al Sáhara Occidental era "valiente". También dio el visto bueno a la alianza con ERC y Bildu y a la estrategia de Moncloa de desactivar la conflictividad con la Generalitat.
El expresidente socialista confió en que muchos de los barones repetirán, aunque admitió que no hay propuestas nuevas. No era una indirecta para Sánchez, más bien era para los lÃderes territoriales. El 28M se resolverá si Zapatero acierta o si lo hacen los barones. En el último caso, el presidente estará en problemas.
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