
Pedro Sánchez ha asumido el mando de su campaña y quiere sacar a Alberto Núñez Feijóo de la posición de virtual ganador. En Moncloa temen que el líder de los populares se mantenga alejado de toda disputa y una confrontación directa con el presidente del Gobierno para así acercarse a un triunfo incuestionable, una postura que califican de "indiferencia estratégica" y que supone un reto para el PSOE.
El presidente ha propuesto este lunes una serie de seis debates con Feijóo, uno por semana, para polarizar con su rival, captar el voto útil de la izquierda y conservar la iniciativa. Desde Génova pintaron los debates como la última "excentricidad" de Sánchez y confiaron a LPO que la elección "no se jugará en el campo de las políticas" del Ejecutivo de coalición. Esa explicación desespera a los socialistas.
En el caso del PP, la tranquilidad domina la precampaña. Feijóo ha decidido mantener al grupo que pintó de azul el mapa autonómico y municipal el 28M y piensa en trasladar ese esquema a nivel nacional. Elías Bendodo, por ejemplo, fue el artífice del éxito electoral de Juanma Moreno y ahora se apresta a mortificar al líder del PSOE, golpeado por los resultados de hace dos semanas y en pie de guerra con los barones.
Yolanda aprovecha la renuncia de Garzón a las listas de Sumar para apurar a Podemos
Las versiones sobre la oferta a los líderes territoriales derrotado a finales de mayo son reales. Sánchez necesita disciplina partidaria para encarar la campaña y ha barajado los nombres de Ximo Puig, Concha Andreu y Francina Armengol, entre otros destacados. Guillermo Fernández Vara también fue tentado por Ferraz, aunque anunció que abandonará la actividad política una vez celebradas las generales.
Borja Sémper dijo este lunes que no se subirán a la campaña de desprestigio supuestamente orquestada desde Moncloa, y Sánchez responde que su fichaje como próximo secretario general de la OTAN es un bulo difundido por los medios de comunicación afines a la formación conservadora. Los dos exponentes del bipartidismo calientan motores, aunque vuelven a confundir el marco: Vox y el espacio de Sumar y Podemos son la razón de la competencia.
Yolanda Díaz, quien necesita un acuerdo contrarreloj para irrumpir en el Congreso con una bancada más grande -si bien algunos votos, en caso de concretarse el acuerdo con los morados, serán "prestados" - desaprobó el debate entre Feijóo y Sánchez. "España es más que un debate entre dos hombres. Miramos a una España ancha, diversa", dejó en claro la vicepresidenta segunda.
"El PP ya no tiene que competir con Vox, sino con el PSOE"
En su comparecencia con el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, Sánchez aseguró que en el país nórdico se produjeron "siete debates y cinco sectoriales, 12 debates en total", algo que quería emular para España. Sin embargo, una fuente de una de las federaciones dice a este medio lo que comparten en el partido y el PP dice sin reparos: si Sánchez marca esa línea de campaña como un gestor sobrio y nada más, el resultado será inevitablemente a favor de Feijóo.
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