El Gobierno no hizo por el momento ninguna valoración pública de la decisión del Tribunal Constitucional de inadmitir el recurso de amparo que presentaron el expresident catalán Carles Puigdemont y el exconseller Toni ComÃn contra la orden nacional de detención dictada por el Tribunal Supremo.
El Ejecutivo en funciones no quiere entrar en una guerra mediática con la Justicia a una semana de la votación para conformar las Cortes Generales, paso clave para la investidura de Pedro Sánchez.
Sin embargo, fuera de micrófono, en el PSOE admiten la sorpresa e indignación por una resolución que "claramente" está salpicada por la coyuntura polÃtica. La interpretación que hacen en Ferraz es que la "derecha judicial", al sector afÃn al PP, pretende enturbiar las ya complicadas negociaciones con el independentismo catalán para tumbar la investidura de Sánchez.
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La resolución judicial de este miércoles tiene "aspectos que no cierran", a juicio de los socialistas. Es la primera vez que el Tribunal Constitucional inadmite un recurso de amparo de los dirigentes del Procés para analizar con detalle su contenido.
No solo eso: la decisión se tomó en la llamada Sala de Vacaciones, que asume los asuntos urgentes durante el mes de agosto, gracias a los votos de dos de sus tres magistrados: los conservadores Concepción Espejel, que ejerce como presidenta de esta Sala y a la que Puigdemont intentó recusar por su cercanÃa al PP, y César Tolosa.
La tercera magistrada, la progresistas Laura DÃez, votó en contra y presentó un alegato en el que critica la "premura" de esta decisión y cuestiona que el tribunal se aparte del criterio seguido en casos similares, no solo de aceptar los recursos, sino de analizador por el pleno, donde se sientan sus 12 miembros, después de las vacaciones.
"No sé qué ha animado a estas personas a resolver por auto una situación que generalmente se suele hacer admitiendo a trámite", advirtió este jueves la también progresista MarÃa Luisa Balaguer, integrante del TC.
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Como era de esperar, la resolución ha exasperado los ánimos "anti-Estado" del independentismo. "Todo en orden. Hace años que el trabajo del TC es decorar jurÃdicamente una estrategia de Estado contra el independentismo. Y la estrategia no cierra por vacaciones", manifestó Jordi Turull, secretario general de Junts per Catalunya.
Horas antes, el dirigente catalán negó que las negociaciones entre entre el PSOE, Sumar y Junts estén avanzando, tal como deslizó el portavoz de la formación de Yolanda DÃaz, Ernest Urtasun.
No obstante, la lectura polÃtica del partido de Carles Puigdemont es idéntica a la del PSOE: el TC quiere forzar la ruptura de las conversaciones y acelerar la repetición electoral.
La decisión del Tribunal Constitucional llega en paralelo a la estrategia del PP de presentar a Feijóo al proceso de investidura con sus 172 sÃes, los que suman sus 137 diputados, los 33 de Vox, el de UPN y el de Coalición Canaria, con negociaciones cada vez más avanzadas.
La táctica de los populares pasa lograr una investidura en segunda votación (mayorÃa simple, más votos a favor que en contra) en caso de que Sánchez no consiga los votos de Junts. Para el PSOE, una parte de la Justicia está operando para que esto no suceda.
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