El PP ha ratificado su poder polÃtico en Galicia y, pese a las dudas de una campaña con muchÃsimo ruido, ha revalidado la mayorÃa absoluta, por lo que gobernará otros cuatros años en solitario, sin necesidad de pactos, una rareza -y una fortaleza- en la actual fragmentación polÃtica de España.
El PP de Alfonso Rueda obtiene 40 escaños, dos más que la mayorÃa absoluta (38). Los populares pierden dos escaños, pero retienen la mayorÃa absoluta con más votos que en las elecciones de 2020.
El BNG sube con fuerza respecto a los últimos comicios autonómicos y cosecha seis escaños hasta 25 diputados. El PSdeG de José Ramón Gómez Besteiro logra solo nueva escaños, cinco menos que en la última elección. El último diputado se lo lleva Democracia Ourensana, una formación localista liderada por Gonzalo Pérez Jácome, actual alcalde de esa ciudad. Sumar y Vox no logran representación y se quedan fueran del Parlamento.
Los comicios dejan muchas esquirlas nacionales. La más importante: Alberto Núñez Feijóo salva la ropa y mantiene su liderazgo. Aunque su conducción como jefe del partido no estaba en duda, una derrota en su tierra, en un bastión inexpugnable para los populares -quinta legislatura consecutiva con mayorÃa absoluta-, hubiese debilitado un mandato que, tras el inesperado traspié en las generales, está atado a permanentes exámenes.
Pontón: "Lo del PP y el PSOE es turismo electoral"
El inexplicable enredo con el posicionamiento del partido con la situación de Cataluña y el posible indulto a Carles Puigdemont agigantaron las voces internas que piden otro lÃder para combatir a Pedro Sánchez en esta legislatura. No en vano, en el cierre de la campaña, el nombre de Isabel DÃaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid, volvió a sobrevolar el tenso aire de calle Génova.
El masivo apoyo de los gallegos a Alfonso Rueda alejan los fantasmas y oxigenan el proyecto de Feijóo como lÃder de la oposición al sanchismo.
En la acera de enfrente, en Moncloa, las primeras urnas regionales del 2024, las primeras tras el 23J y tras el pacto polÃtico con el independentismo catalán, encienden alarmas. La primera lectura es que la amnistÃa ha empezado a pasar factura a los socialistas.
El PSOE pasa del 19 al 14 por ciento de los votos, se deja cinco escaños en el camino y pierde más de 60 mil papeletas, la mayorÃa transferida al BNG, partido que, por primera vez, ha logrado aglutinar el voto anti-PP. La debacle autonómica, temida en Ferraz, ocurre con una amnistÃa aún no cerrada y con una legislatura en jaque por la difÃcil aritmética parlamentaria de Sánchez y sus socios.
El PSOE teme una debacle electoral en Galicia por culpa de Puigdemont
Para males, su principal socio de coalición, Sumar, se ha estrellado en su primera incursión regional tras ingresar en el Ejecutivo.
Los de Yolanda DÃaz cosechan poco más de 26 mil votos, menos del 2% del total de sufragios, lo que deja a la formación fuera de la institucionalidad polÃtica gallega.
La vicepresidenta apostó como candidata a la portavoz en el Congreso, Marta Lois, y se involucró de lleno en la campaña con el desembarco de varios de su ministro, lo que hace más preocupante el tropiezo.
"Reconocer que para nosotros no es una noche fácil. No son los resultados esperados: son unos malos resultados", ha admitido, abatida, Lois.
Al cabo, PSOE y Sumar, los partidos de la coalición que gobierna España, han conseguido tan solo el 16% de los votos en Galicia.
Peor resultado obtiene Unidas Podemos tras su ruptura con Sumar y su declive nacional. Los morados sacan el 0,25% de los votos, sellando casi su desaparición en esta CCAA.
También la ultraderecha se queda fuera del parlamento, tal como ocurrió en las elecciones de 2020. Vox apenas superan el 2%, confirmando su escasa penetración en el amplio electorado de derecha de Galicia.
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