El Gobierno de Pedro Sánchez ha sido desafiado nuevamente por Marruecos. El presidente del Senado, Enaam Mayara, aseguró que Rabat recuperará los enclaves españoles de Cauta y Melilla por considerarlos territorios bajo ocupación. "Las Ceuta y Melilla ocupadas serán liberadas algún día, no con armas, sino con diálogo y negociaciones serias con la vecina España", dijo el dirigente marroquí al medio local Rue20.

Además de ser el titular del Senado, Mayara forma parte de la cúpula del partido nacionalista Istiqlal, que forma parte del gobierno de coalición que sostiene al primer ministro Aziz Ajanuch y reivindica la propiedad de Ceuta y Melilla bajo el concepto de Gran Marruecos. El nacionalismo marroquí reclama las dos ciudades, el Sáhara Occidental, Mauritania, zonas de Malí y Argelia e incluso las islas Canarias.

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Mayara sostuvo que su formación "no paró y no va a parar de hablar de colonización en estas dos ciudades y de las posibles soluciones para recuperarlas". El también dirigente de la Unión General de Trabajadores de Marruecos desestimó así las conclusiones de la Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos de febrero celebrada en Rabat, donde Sánchez y Ajanuch se comprometieron a respetar la soberanía de ambas partes.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Europa Press

El primer ministro marroquí no se despegó aún de las declaraciones de Mayara. "El Gobierno es claro, no hay debate en esta materia, no hay ninguna posibilidad de debate ni nada más que discutir", salió al cruce Margarita Robles, ministra de Defensa. José Manuel Albares, titular de Exteriores, no se pronunció sobre Mayara, pero meses atrás había defendido que Ceuta y Melilla eran "españolas, y punto".

Mi partido no paró y no va a parar de hablar de colonización en estas dos ciudades y de las posibles soluciones para recuperarlas

El acercamiento entre Sánchez y Rabat fue criticado por la oposición y los socios de coalición por plegarse al plan de autonomía para el Sáhara Occidental, que supone abandonar la aspiración de un referéndum de autodeterminación, sin consenso político -el giro fue criticado por militantes del PSOE- y a cambio de un mayor control de los flujos migratorios por parte de la policía marroquí, que terminó en la masacre de Melilla el 24 de junio pasado. 

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Mayara pidió a los marroquíes en España que militasen en partidos españoles para influir en la política y hacer lobby a favor de reivindicación marroquí de Cauta y Melilla. Que lo haya dicho un dirigente del oficialismo es un golper para Sánchez y sus ministros más involucrados en la nueva etapa del vínculo con Rabat, como Robles, Albares y Fernándo Grande-Marlaska.