El jueves, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo decidirá si la Ley de Restauración de la Naturaleza pasará al pleno para ser aprobada en julio o si, como quieren los conservadores, se archivará, lo que significarÃa un duro golpe para la agenda verde de la UE.
Desde hace semanas, el Partido Popular Europeo (PPE), promotor de una moratoria verde, presiona para desactivar una normativa que, en resumen, busca reparar el 80% de los hábitats comunitarios en mal estado.
Según fuentes de Bruselas, la cruzada de los populares es tan agresiva que su lÃder, Manfred Weber, amenaza con "severas represalias polÃticas" a los eurodiputados que acompañen la iniciativa. El castigo podrÃa incluir hasta la exclusión del partido.
El principal argumento es que la ley quitará tierras a los agricultores, lo que pondrá en jaque la seguridad alimentaria de la UE. Para el bloque progresista, la jugada de Weber tiene un trasfondo electoralista: la sintonÃa fina con la ultraderecha de cara a las elecciones de 2024 para desplazar del cargo a Ursula Von der Leyen.
La advertencia del BCE: "La destrucción de la biodiversidad destruye la economÃa europea"
Lo que ni Weber ni el PPE esperaban era un posicionamiento tan contundente del sector privado, aliado tradicional en la mayorÃa de sus propuestas legislativas.
En las últimas horas, 52 multinacionales firmaron una carta que enviaron a todos los eurodiputados para que no se frene ninguna regulación ambiental. La misiva está avalada por empresas de la talla de Inditex, Iberdrola, Ikea, Nestlé y Unilever, entre otras firmas lÃderes.
El texto va en sintonÃa con el adelanto de LPO: la destrucción de los ecosistemas y la aceleración de los efectos del cambio climático empiezan a ser un eje de preocupación central para el poder económico y financiero, tal como reconoce el BCE.
"La naturaleza es nuestro negocio", advierten las multinacionales en esta carta. Entienden que Ley de Restauración de la Naturaleza es clave para el "éxito a largo plazo" de la mayorÃa de las empresas europeas.
"Como lÃderes de empresas e instituciones financieras, reconocemos que nuestra dependencia de un entorno saludable es fundamental para la resiliencia de nuestras economÃas y , en última instancia, para nuestro éxito a largo plazo", aclaran.
Estas compañÃas instan a los lÃderes polÃticos a, por un lado, "adoptar urgentemente regulaciones que promuevan la protección de la naturaleza, la restauración y el uso sostenible de los recursos naturales, con hojas de ruta claras de implementación y brinden el apoyo necesario a las comunidades para garantizar una transición justa".
En paralelo, a "defender, fortalecer y hacer cumplir la legislación ambiental existente para abordar juntos las crisis de la naturaleza y el clima".
En la carta, las empresas y las instituciones financieras reconocen su "dependencia de la naturaleza". "Estamos comprometidos a hacer nuestra parte. Pero la acción a la escala y velocidad necesarias solo puede llevarse a cabo si está respaldada por polÃticas y regulaciones ambientales ambiciosas que transformen nuestros sistemas económicos, fiscales y legislativos", señalan.
Y advierten que "pisar el freno de la legislación crÃtica relacionada con la naturaleza" no es una opción, debido a que "los costos de la inacción traerán desafÃos y riesgos mucho mayores para la economÃa".
Sobre la ley en cuestión, las empresas resaltan que "la restauración de la naturaleza también puede ser un poderoso aliado para las empresas que se ven directamente afectadas por la pérdida de biodiversidad y los riesgos climáticos a través de la interrupción de la cadena de suministro o la reducción del acceso a los servicios ecosistémicos esenciales".
Según los cálculos de estas multinacionales, por cada euro invertido en la restauración de la naturaleza, se ganan entre 8 y 38 euros gracias a la mitigación del cambio climático, la prevención y reducción de desastres naturales.
Para el PPE, este firme posicionamiento empresarial se explica por la presión que estarÃa haciendo la Comisión a favor de la normativa. "El problema que tenemos ahora es el cabildeo a través de las empresas", protestó la legisladora holandesa Esther de Lange en una conferencia de prensa.
Lo cierto es que los conservadores no esperaban esta reacción del establishment ante el giro contra la agenda verde de la UE. Las empresas empiezan a priorizar el largo plazo ("la naturaleza es nuestro negocio") y a relegar los beneficios cortoplacistas de una hipotética moratoria legislativa.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.