El Partido Popular Europeo (PPE) consumó este martes su definitivo desmarque a la agenda verde que impulsa Bruselas para descarbonizar las economías del continente y luchar contra los devastadores efectos del cambio climático, una amenaza que, literalmente, pone en jaque el destino de la humanidad.

Tal como viene anticipando LPO, los populares, de la mano de su líder, el alemán Manfred Weber, dieron el primer gran paso para despegarse y cuestionar las políticas ambientales de la UE: tumbar la Ley de Restauración de la Naturaleza.

En la votación de este martes por la mañana en la comisión de Medio Ambiente, el PPE se alineó con la extrema derecha (donde pululan Meloni, Abascal y Orbán, entre otras figuras ultra) para frenar la Ley de Restauración de la Naturaleza, una normativa que busca recuperar la naturaleza dañada en las áreas terrestres y marinas de la UE para lograr así los objetivos climáticos y de biodiversidad del bloque de cara al 2050.

Ni decrecimiento, ni Pacto Verde: la moratoria ambiental gana peso en la UE pese a la emergencia climática

La votación final fue de 44 votos a favor, 44 en contra y 0 abstenciones, por debajo de la mayoría a favor. Días atrás, los progresistas lograron imponer las enmiendas a la propuesta original para evitar el archivo. En la votación de este martes se ha impuesto el bloque de derecha.

Ahora, la Comisión de Medio Ambiente presentará al Pleno la propuesta de rechazo, por lo que el Parlamento en su conjunto tendrá que tomar posición en la sesión plenaria de julio en Estrasburgo a la espera de la aprobación de la agenda por la Conferencia de Presidentes.

En junio de 2022, cuando la Comisión Europea propuso esta ley, solo la ultraderecha se opuso. El PPE acompañó su redacción. 

"El PPE pone en jaque la agenda verde por su estrategia política de asociarse a la extrema derecha"

¿Cómo se explica este cambio de postura? Los partidos conservadores argumentan que amenaza el sustento de los agricultores y que la medida va a agravar el aumento de los precios de los alimentos, dos argumentos que fueron rebatidos en los debates de comisión.

En realidad, el giro político es de fondo: el ala más dura del PPE busca ganar terreno de cara a las elecciones de 2024 para desplazar a la actual presidenta de la CE, Ursula Von der Leyen, impulsora de los pactos con los socialdemócratas para consolidar la agenda verde.

El eurodiputado socialista César Luena.

Europa Press

"El PPE pone en jaque la agenda verde por su estrategia política de asociarse a la extrema derecha", denunció en diálogo con LPO el eurodiputado César Luena.

"A todos los científicos, activistas, jóvenes, ONG, empresas que nos han acompañado en esta batalla: NO es el voto final. La última decisión se adoptará en el Pleno de julio", tuiteó el legislador tras el resultado negativo de la votación.

"El resultado de esta reñida votación 44/44 es particularmente decepcionante, ya que es el resultado del boicot del conservador Partido Popular Europeo (PPE) a la propuesta de la Comisión al retirarse de las negociaciones el 31 de mayo y pedir su rechazo total, a pesar de la voluntad de los demás grupos políticos a negociar para encontrar compromisos comunes. Incluso los Gobiernos de la UE, incluida la mayoría de los liderados por el PPE, llegaron a un acuerdo sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza el 20 de junio. El argumento del EPP de que esta ley supuestamente perjudicaría nuestra seguridad alimentaria y los intereses de los agricultores es infundado y científicamente inexacto", lamentó el S&D Group en un comunicado. 

Para muchos analistas, el 23J puede ser el impulso definitivo para que el PPE rompa todo diálogo político con el bloque progresista, algo que nunca ha sucedido en la Eurocámara.

Hemos pasado del cordón sanitario al abrazo reaccionario. La primera víctima es el pacto verde y la estabilidad de Europa. La segunda víctima es la naturaleza y el medio ambiente. Y la tercera víctima es la Comisión Europea y Ursula Von der Leyen. Este pulso lo está ganando Weber y lo está perdiendo la líder de la CE, que es de su mismo partido. Esta pelea electoralista es central para entender lo que está pasando

"Hay muchas voces del PPE que piden dejar de pactar y transigir con los socialdemócratas y liberales para empezar a mirar a la ultraderecha. Meloni, con su inserción en la UE, ha agigantado estas voces. En este escenario, si en España se forma una coalición entre partidos nacionales de estos dos grupos europeos, estas voces pueden pasar a ser dominantes", explica  Jaime Bordel Gil, politólogo y jurista por la Universidad Carlos III.

Y agrega: "El giro de los populares es ideológico pero también pragmático, de plasmar una estrategia para robarle agenda y votos a la ultraderecha. Muchos en el PPE dicen mira lo que ha pasado en Holanda con el triunfo de un partido agrario conservador, si nosotros seguimos apoyando la agenda verde, esta gente nos come la tostada".

¿Por qué el 23J va a ser un campo de batalla también a nivel europeo?

"Estamos hablando de un cambio de tendencia en Europa que puede traducirse en un cambio de filosofía dentro del bloque. Muchas de estas fuerzas de ultraderecha tienen una idea distinta de la UE a la que actualmente mantiene el PPE y los socialdemócratas. El ECR propone una reforma de la UE en un sentido confederal. No están en contra de la existencia de una unión económica, pero quieren tener margen de maniobra de política nacional para poder aplicar políticas propias de migración, sociales, de medioambiente, etc. Quieren las manos libres. Esto está en juego", reflexiona en la misma sintonía  Guillermo Fernández-Vázquez, licenciado en Sociología, Filosofía y doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid.