
La Unión Europa tiene la decisión tomada si falta gas en invierno: racionamientos obligatorios para todos los Estados miembros, sin diferenciar y ni contemplar la dependencia del gas ruso, tal como anticipó LPO.
En otras palabras: los paÃses más diversificados en su matriz energética (España, por ejemplo) deberán ser "solidarios" con los socios que, durante décadas, se beneficiaron del gas barato de Vladimir Putin para su crecimiento económico (Alemania, por ejemplo).
Esta decisión, que figura en los planes de emergencia de la Comisión Europea, empieza a reabrir heridas no cicatrizadas en el continente. Los viejos recelos por cómo se salió de la crisis del euro (2010), con la fuerte negativa de Alemania de "salvar" a los paÃses del sur asfixiados por las deudas soberanas, parecen actualizarse en el debate abierto sobre cómo enfrentar la inminente escasez de gas que sufrirá la región en los próximos meses.
En las últimas horas, la Alianza por la Competitividad, una asociación que agrupa a la industria de la automoción, el refino, el cemento, la siderurgia, y la alimentación, entre otras, rechazó este mecanismo de solidaridad que quiere aplicar la UE y, a través de un comunicado, le exigió al Gobierno que "defienda los intereses de España" por lo injusta de la medida.
Los industriales le enviaron una carta a la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, con cuatros razones por las que España no debe aceptar el mandato de Bruselas.
"No tiene sentido imponer reducciones de consumo de gas en todos los paÃses por igual, independientemente de su situación particular y de que el gas no consumido pueda o no ser exportado y consumido por otros paÃses de la Unión", se queja la Industria en el primero de los puntos.
A juicio del sector privado, "forzar paradas industriales en paÃses en los que no es necesario, agravará la escasez de productos esenciales en toda Europa y aumentará el impacto económico de la crisis, poniendo en riesgo el funcionamiento de toda la cadena de valor de la economÃa europea".
En el tercero de sus argumentos, los industriales le recuerdan a Moncloa que "los consumidores de gas españoles, domésticos e industriales, vienen financiando desde hace años una gran inversión en infraestructuras de gas, precisamente para reducir el riesgo de dependencia de un solo paÃs suministrador".
"Este incremento de costes lo hemos asumido para limitar nuestra exposición a cortes de suministro, siendo incoherente que se pueda decidir por parte de la propia Comisión Europea que paremos nuestras fábricas y se genere gratuitamente una caÃda de actividad y empleo", advierte el sector.
Hasta el momento, el Ejecutivo no se pronunció de forma tajante sobre esta exigencia europea, aunque la propia Ribera dejó entrever que España acatará este hipotético disciplinamiento.
Rusia corta el suministro de gas a Alemania y Scholz cree que será permanente
"Los paÃses europeos debemos prepararnos para un escenario de escasez de gas en los próximos meses, como resultado de la guerra en Ucrania. España no afronta problemas de seguridad de suministro, pero como los demás socios comunitarios, estamos diseñando un Plan de Contingencia para afrontar dicho escenario de un modo coordinado con nuestros vecinos y con la Comisión Europea", reconoció.
Los empresarios españoles entraron en pánico al filtrarse la semana pasada el plan que la CE quiere aprobar para recortar en dos tercios el consumo de gas ruso de cara al invierno. El proyecto, oficializado este miércoles y que estipula un ahorro voluntario de energÃa del 15% desde el próximo 1 de agosto hasta el 31 de marzo de 2023, contempla la posibilidad de declarar un "estado de alerta generalizado y de carácter excepcional" para imponer un recorte obligatorio a cada Estado miembro.
La institución dirigida por Ursula von der Leyen quiere plasmar una nueva regulación para dotarse de esta capacidad. "Solo podrÃa ser aplicada por un riesgo de escasez o por una demanda más elevada de lo habitual", aclaran desde el organismo europeo.
Europa se prepara para una "economÃa de guerra" con racionamientos por su crisis energética
Este asterisco del plan obliga a "socializar los errores de la polÃtica energética de BerlÃn", según entienden los parlamentarios europeos más crÃticos a esta medida de Bruselas. Polonia, por ejemplo, ya hizo oficial su rechazo a esta solidaridad obligatoria.
"¿Dónde estaba la solidaridad energética y la seguridad energética de Europa cuando los alemanes construyeron Nord Stream 1 contra la voluntad de Polonia y muchos otros?", planteó Joachim Brudziski, miembro del parlamento polaco. "No importa cuánto se hable en Bruselas sobre la solidaridad europea, sobre la polÃtica energética europea, sobre el estado de derecho y los valores europeos; al final, siempre se trata de los intereses alemanes o franceses", se quejó.
Los resquemores no son solo por la crisis del euro. En marzo de 2020, en medio de la psicosis por la rápida propagación de la Covid-19, Alemania impuso una prohibición de exportación de mascarillas, ropa de protección, guantes y otros productos médicos, lo que dejó sin provisiones a muchos de sus vecinos.
En esta crisis, BerlÃn sà está a favor de la "ayuda mutua". "Nos ayudaremos mutuamente con el suministro de gas", dijo esta semana el ministro de EconomÃa alemán, Robert Habeck, durante una visita a la República Checa.
La revista alemana Spiegel cita en su última edición al polÃtico portugués Bruno Maçães, quien en 2010 negoció la crisis del euro con los alemanes en su rol de secretario de Estado para asuntos europeos de su paÃs.
CEO de Enagás: "Europa está en un momento dramático, pero España no lo está"
"Durante la crisis del euro, (el entonces ministro de Finanzas alemán Wolfgang) Schäuble siempre dijo que los costos no debÃan socializarse. ¿Por qué deberÃa suceder eso ahora, después de todos los errores alemanes?", se preguntó este exfuncionario de Portugal.
El politólogo Pablo Bustinduy, exportavoz del Grupo Parlamentario de Unidos Podemos en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y exdiputado por Madrid, escribió un artÃculo sobre el "catastrófico legado" de Angela Merkel en esta crisis, debido a que su modelo industrial se construyó sobre la disponibilidad de energÃa barata proveniente de Rusia.
"El superávit comercial de Alemania inundó de liquidez la eurozona, profundizando en una lógica perversa por la que las economÃas del norte crecÃan gracias a sus exportaciones y las del sur, gracias a la disponibilidad de deuda barata. Cuando las burbujas estallaron, los capitales del norte fueron rescatados, y las economÃas de la periferia disciplinadas por medio de la austeridad", recordó Bustinduy.
En su opinión, estas "decisiones irresponsables de Alemania" suponen hoy un problema de gravedad extraordinaria para todo el continente, que a diferencia de lo que sucedió con la austeridad, "sà las pagaremos entre todos".
El dirigente de Podemos, parafraseando aquel duro cuestionamiento de Schäuble contra los paÃses del sur, que hasta incluyó la sugerencia de vender las Islas Griegas para saldar las deudas con los bancos, ironizó: "Que vendan la puerta de Brandenburgo para financiar el gas".
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.