Europa sigue buscando "parches" para amortiguar el impacto energético que sufrirá con la llegada del frío. Este martes, la Comisión aprobará un nuevo plan para reducir (aún más) la demanda y frenar la escalada de los precio de la energía, en alza desde el cierre definitivo del grifo ruso.

La mayor expectativa está puesta en si se aprobará o no el pedido que el último viernes hicieron los ministro de Energía durante la reunión celebrada en Bruselas: un inédito tributo a los beneficios extraordinarios de las energías "inframarginales" (renovables, nuclear) y las fósiles para rebajar las facturas de los consumidores.

La nueva hoja de ruta tendrá, con seguridad, otra medida de ahorro energético: una racionamiento del 10% del consumo eléctrico. De aprobarse, se sumará al racionamiento del gas aprobado meses atrás (15% para la mayoría de los países del bloque; 7% para España por su hub energético).

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En recorte, en principio, sería del 10% para todos los Estados miembros. La medida incluirá, además, la reducción de un 5% de la electricidad durante las horas pico de precios. En el documento firmado, los 27 funcionarios avalaron tomar "nuevas iniciativas para medidas coordinadas de reducción de la demanda de electricidad en toda la UE con el fin de aliviar la presión sobre la generación de electricidad y abordar la escasez de energía y los altos precios de la energía". 

En recorte, en principio, sería del 10% para todos los Estados miembros. La medida incluirá, además, la reducción de un 5% de la electricidad durante las horas pico de precios

La Comisión Europea deberá definir un asterisco no menor: si el ahorro va a ser voluntario u obligatorio. Para el científico español e investigador del CSIC, Antonio Turiel, una voz muy crítica al diagnóstico que hace Bruselas de esta crisis, la reducción, por la gravedad de la coyuntura, va a ser "general y obligatoria".

 Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Europa Press

"Se va a obligar a todo el bloque porque hay en estos momentos un problema enorme de estabilidad en la red. Tenemos el problema de la sequía, el parón de Francia con sus nucleares, el acople de Ucrania a la red europea y la escasez de gas. Por tanto creo que se va a imponer un tipo de recorte general. Resta saber cómo se va aplicar", explica en diálogo con LPO.

Fuentes de la UE dan por hecho que estas dos medidas -nuevo impuesto y racionamiento de la electricidad- van a figurar en el documento que, en las próximas horas, oficializará la institución que preside Ursula Von Der Leyen. La incógnita a despejar es si avalará el pedido de algunos ministros de Energía:  algún tipo de tope al precio del gas importado a Europa.

Más allá del esperado anuncio de la CE, el gobierno español sigue convencido de que el impacto doméstico será de precios y no de oferta. Ese es el panorama que traza la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, presente en la reunión de Bruselas

La líder de la CE, con al apoyo de varios países, quiere limitar el precio del gas ruso que aún llega por gasoducto. Hay voces en desacuerdo por temor a que la medida sea contraproducente ante las sanciones que pueda aplicar el Kremlin -con Alemania a la cabeza- y otras que piden una regulación más amplia: topar todo el gas importado y no solo el que llega por tubería, también el GNL (barcos).  

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Más allá del esperado anuncio de la CE, el gobierno español sigue convencido de que el impacto doméstico será de precios y no de oferta. Ese es el panorama que traza la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, presente en la reunión de Bruselas.

"Hay países donde se necesita racionar el acceso a la energía y las recomendaciones de los gobiernos es buscar leña para calentarse. Afortunadamente ese no es nuestro caso. Tenemos un problema, estamos en guerra, pero el problema de poder acceder a energía no lo tenemos", reconoció este fin de semana en una entrevista concedida a La Sexta.

Pero agregó: "Estamos sufriendo un incremento de los precios de la energía, lo estamos viendo en la factura de la luz. Lo que estamos intentando desde el Gobierno es reducir todas las partidas de las facturas y buscar el modo de que la parte que se corresponde directamente con la energía se vea contenida".

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Moncloa va insistir con su diagnóstico: el invierno va a ser "duro" pero sin cortes ni apagones. Ribera sobre esta estrategia discursiva: "Debemos estar preocupados sabiendo que es un invierno difícil, pero también debemos estar tranquilos con respecto a la capacidad para superar este momento, tanto desde la seguridad en el acceso a la energía como en que a pesar de los aumentos en las facturas, estos incrementos están muy por debajo de lo que podría ser".