La ley sancionada la Unión Europea para luchar contra la deforestación, pionera en el mundo, puede generar la interrupción de los flujos comerciales, un efecto no deseado "catastrófico", según advierte la directora del Centro de Comercio Internacional, una agencia conjunta de la ONU y la OMC.
En una entrevista con Financial Times, Pamela Coke-Hamilton adelantó que las reglas de la UE para frenar la deforestación podrÃan tener un impacto muy negativo en el comercio mundial si el bloque no ayuda a los pequeños productores y las naciones en desarrollo a adaptarse.
Una posibilidad es que la prohibición de que los productos relacionados con la deforestación ingresen a la UE - la legislación entrará en vigor a fines del próximo año- favorezca a las grandes empresas que pueden rastrear dónde se cultivaron sus productos, no asà los proveedores medianos y pequeños.
Los exportadores de paÃses como Brasil, Honduras, Indonesia y Malasia, las naciones más afectadas comercialmente por la medida, tienen capacidad para eludir la regulación enviando productos a paÃses con reglas de importación menos estrictas.
La ley contra la deforestación causa el primer cortocircuito entre la UE y Lula Da Silva
"Si los pequeños productores no pueden cumplir con los requisitos para exportar bienes cubiertos por la ley, corren el riesgo de un cÃrculo vicioso. Una vez que se pierde la participación en el mercado, se pierden los ingresos, entonces habrá mucho aumento de la pobreza y luego una mayor deforestación porque la raÃz de la deforestación es la pobreza", advirtió esta funcionaria internacional.
"Corremos el riesgo de caer en la trampa de reforzar algo que estamos tratando de cambiar", agregó con preocupación, pese a aclarar que, dada la aceleración de la crisis climática, apoya las intenciones de la ley.
No obstante, a su entender, los requisitos de información y la obligación de utilizar la tecnologÃa de geolocalización seguÃan representando una "carga demasiado pesada".
"Muchos [pequeños agricultores] están tratando de mantenerse al dÃa con la post-Covid, la crisis del costo de vida, el cambio climático. Simplemente están atrapados en esta vorágine de supervivencia". ´
Una vez que la ley entre en vigencia, las compañÃas internacionales solo podrán vender productos en la UE si el proveedor de los mismos emite una declaración de "diligencia debida", que deberá certificar que el producto no procede de tierras deforestadas ni ha provocado degradación forestal, tampoco de bosques primarios irremplazables, después del 31 de diciembre de 2020.
Los productos que cubre la nueva legislación ecológica son: el ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja y la madera, asà como los productos que contengan, se hayan alimentado de o se hayan fabricado con estas materias primas (el cuero, el chocolate y los muebles, por citar tres ejemplos).
Las empresas importadoras tendrán que demostrar que sus productos no han contribuido a la deforestación. ¿Cómo? Tendrán que validar que sus materias primas fueron producidas "en tierras que no hayan sido deforestadas después del 31 de diciembre de 2020".
Ambientalistas denuncian que España "importa deforestación" de Brasil y Argentina por la soja
También se exigirá a los agente privados que "recopilen información geográfica precisa sobre las tierras agrÃcolas en las que han obtenido esos bienes básicos suministrados, a fin de poder comprobar su conformidad". El incumplimiento de esta nueva normas podrá dar lugar a "sanciones efectivas y disuasorias" por parte de los gobiernos europeos.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.