El hidrógeno verde es la gran apuesta de los gobiernos, del mercado y de la ciencia para descarbonizar las economías y para avanzar en las próximas décadas hacia un "capitalismo limpio". La expectación por desarrollar esta tecnología crece entre las empresas energéticas al calor de las ayudas públicas, un sostén clave en la mayoría de los grandes proyectos presentados, muchos de ellos en España, país que pretende convertirse en el principal hub de Europa.

En los últimos ocho meses, las inversiones anunciadas crecieron un 35%, detalla en su último informe Hydrogen Council, una asociación global compuesta por gigantes del petróleo, la industria y la energía (BP, Shell, TotalEnergies, Engie). 

La foto, sobre todo en Europa, líder en la apuesta por este vector energético -el continente concentra hoy el 35% de las inversiones totales-, es muy prometedora. El total de proyectos de hidrógeno verde anunciados en la Eurozona alcanzó los 107.000 millones de euros a principio de 2023.

La realidad, sin embargo, es, por el momento, poco alentadora. Las cifras de lo que en el mercado se conoce como "final de inversión (FID)" confirman lo que desde hace meses vienen denunciando expertos y científicos: la peligrosa fantasía política y económica detrás del hidrógeno verde. 

Según los datos de Hydrogen Council, el 95% de las inversiones europeas se encuentran en estado de planificación. Solo un 5% ha saltado de los papeles al terreno. El porcentaje es más elevado en otras regiones. Del 40% en China y del 20 en Estados Unidos. 

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"El impulso es fuerte y la industria está planeando inversiones en hidrógeno limpio, pero aún queda mucho por hacer. Estas inversiones deben madurar e implementarse", aclara el informe. La "falta de maduración" de los proyectos es la crítica central de esta asociación.

Los pocos proyectos que han alcanzado la etapa de FID están desarrollados por empresas que cuentan con una verdadera "demanda interna de hidrógeno, o contratos de compra a largo plazo". 

Los compradores dudan en comprometerse con contratos de hidrógeno limpio sin la certeza de un suministro confiable a largo plazo

"A pesar de una tendencia positiva, menos del 10 % de las inversiones anunciadas hasta 2030 son capital comprometido real", detalle el informe. Y agrega en la misma línea escéptica: "Los datos también revelan que el desarrollo y la implementación de proyectos pueden llevar más tiempo del estimado inicialmente por los desarrolladores". 

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Europa Press

Los empresarios ponen más reparos arriba de la mesa: para que los proyectos avancen se necesita "construir una infraestructura a gran escala para la captura, el transporte y el almacenamiento de carbono, lo que requiere permisos (a menudo complejos y prolongados), así como una gran cantidad de capital y mano de obra".

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También aclaran que a "pesar del impulso regulatorio", producir hidrógeno limpio es "más costoso hoy que hace dos años". "Para que los costos disminuyan en los próximos años y se desarrolle un ecosistema de hidrógeno limpio sostenible y competitivo, se requiere una mayor ampliación de la cadena de valor", explica el documento.

La asociación empresarial pone el ejemplo de Estados Unidos para señalan que la infraestructura para transportar hidrógeno limpio "no existe a escala en la actualidad". 

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"Con solo 1,600 millas de tuberías de hidrógeno instaladas en la actualidad, la industria del hidrógeno de EE. UU. dependería de la entrega basada en camiones, lo que aumentaría los costes". Las dos caminos para resolver este cuello de botella son espinosos: construir más tuberías o modernizar las existentes, condición necesaria para que un gasoducto de gas natural transporte moléculas de hidrógeno.  

Según los datos de Hydrogen Council, el 95% de las inversiones europeas se encuentran en esta de planificación. Solo un 5% ha saltado de los papeles al terreno

El informe concluye con más advertencias. 1) asegurar la extracción comprometida a escala es "esencial" para un ecosistema de hidrógeno sostenible. En la actualidad, las inversiones en producción superan la demanda y muchos compradores dudan en firmar contratos a largo plazo. 

2) A pesar de la continua innovación tecnológica, la ampliación y la madurez de las cadenas de fabricación y suministro, sin los incentivos públicos (IRA/Pacto Verde Europeo), el hidrógeno renovable será siendo más caro que el hidrógeno gris en el corto y mediano plazo.

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Y 3) Los compradores dudan en comprometerse con contratos de hidrógeno limpio sin la certeza de un suministro confiable a largo plazo. "Para acelerar la aceptación de la demanda, es probable que la industria necesite mecanismos que brinden a los compradores certeza sobre la disponibilidad y asequibilidad del hidrógeno limpio a lo largo del tiempo".