DÃas atrás, el diputado de Más Madrid y asesor en materia de transición energética de esta formación, Héctor Tejero, publicó un hilo en X sobre la delicada situación del agua en España y los retos por delante ante la aceleración de la crisis climática.
El 75% de España está en riesgo de desertificación, advierte el especialista. "Debido al cambio climático, en las próximas décadas el agua va a ser más escasa en nuestro paÃs y sus precipitaciones más irregulares: más sequÃas y más largas. Más tormentas y Danas. España se seca".
Lo de Cataluña y AndalucÃa, que desde el año pasado sufren las peores sequÃas de la historia, son dos postales de un flagelo, la crisis hÃdrica, que ya hace estragos en la penÃnsula.
"Esta situación será más y más común. La polÃtica de España seguirá siendo la polÃtica del agua", explica Tejero.
Además, agrega, en España, el 44% de los acuÃferos, los pulmones hÃdricos de la naturaleza, están en mal estado, ya sea por por sobreexplotación o contaminación quÃmica (nitratos de abonos o ganaderÃa industrial).
El 80% del agua lo consume la agricultura, fundamentalmente en el regadÃo, que supone el 23% de la superficie agraria y un 65% del valor que produce. Esta superficie ha aumentado un 15% desde 2004.
"En términos netos, se puede decir España es un paÃs en riesgo de desertificación que tiene como uno de sus principales exportaciones agua (en forma de fruta, verdura, carne, aceite, etc). Esto es insostenible, para la naturaleza y para las personas que viven de ello", reflexiona el diputado.
La cuestión del agua en España, al cabo, es inseparable del modelo productivo. La tensión es cada vez más evidente en la agricultura, como refleja el conflicto en Doñana, pero también en el turismo.
Un ejemplo: AndalucÃa, una de las regiones más secas de Europa, tiene la mayor concentración de campos de golf del continente, que demandan 10 mil litros diarios, unos 180 hm3 al año, lo que supone un 2 % del consumo total de agua de la CCAA.
"La derecha sigue viendo como exclusivamente un recurso económico. Piensa que el agua es una mercancÃa más con la electricidad o la fruta. Lo que se produce en un lado se puede transportar a otro: con carreteras, con lÃneas de alta tensión o con enormes estructuras de ingenierÃa para hacer trasvases", reprocha Tejero sobre la visión -aún predominante- economicista del agua.
Las estaciones de esquà son otro ejemplo -muy gráfico- de esta insostenibilidad. La semana que viene, Serra Nevada, el recinto más meridional de Europa, con 111,4 km esquiables distribuidos en 133 pistas con el mayor desnivel esquiable de España (1.200m), abrirá sus puertas para la temporada 2023-2024.
Sin nieve natural, Cetursa, la empresa pública que gestiona esta estación, ha tenido que activar el sistema de cañones de producción de nieve para no retrasar la apertura y no incumplir con todos los contratos firmados tras "la mayor inversión histórica", como reconoce la compañÃa.
Parte de esa inversión se ha hecho con fondos públicos. En 2022, el Consejo de Gobierno de la Junta de AndalucÃa aprobó una modificación presupuestaria de 13,5 millones de euros de fondos 'React-EU' para la "modernización" de la estación.
En otras temporadas, los cañones de nieve servÃan para complementar la nieve natural. Este año, sin embargo, casi toda la estación está cubierta de forma artificial (427 cañones).
"Sierra Nevada ha demostrado que puede garantizar la apertura de la estación con nieve de calidad, incluso en condiciones de absoluta falta de precipitaciones. No en vano, la estación cuenta con un moderno sistema de producción de nieve, uno de los mayores de España", se jacta la empresa en su página web.
Cetursa sostiene que sus cañones "son cada vez más eficientes" y que "la tecnologÃa" permite año a año reducir la demanda de energÃa y de agua. Pero lo cierto es que desde hace décadas, según la denuncias de organizaciones ecologistas, viene extrayendo de la cuenca del rÃo DÃlar, con escaso caudal desde hace meses por la sequÃa.
Cientos de agricultores locales sufren restricciones para regar sus cultivos, lo que ha agudizado -y calentado- la disputa en torno a los caudales ecológicos.
Ecologistas en Acción ha denunciado este verano que la ley no se está aplicando "a todos por igual". Mientras se pone en jaque la viabilidad de los pequeños agricultores, se hace la vista gorda con Centursa, que "lleva 25 años robando el agua de la cuenca del rÃo DÃlar, sin que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) haya hecho nada".
La Confederación tiene abierto desde el año pasado un expediente -sin multa por el momento- contra la empresa por, justamente, excederse en el uso del agua para producir nieve.
En septiembre, la organización ecologista presentó ante la Dirección General del Agua de la SecretarÃa de Estado de Medio Ambiente documentación detallada sobre la existencia de una captación de "aguas irregular" en la cabecera del rÃo DÃlar, en el embalse de la Laguna de las Yeguas, dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada.
"Dicha captación consiste en un túnel subterráneo que discurre bajo el muro del embalse, y accede a su interior con varias tuberÃas de canalización. Desde la laguna parte una lÃnea de conducciones y arquetas de registro que se dirigen directamente a la zona de Borreguiles, tras la que se encuentran las balsas de almacenamiento para la producción de nieve artificial de la estación de esquÃ", denuncia la ONG.
Según Helios Escalantes, geógrafo y técnico forestal, miembro de esta organización, la "insostenibilidad es máxima" debido a que este año, con una sequÃa extrema y sin nieve, la estación abrirá "ampliada", con un nuevo telesquà y una nueva lÃnea de nieve artificial.
"Esto significa más uso de energÃa, más demanda de agua. Hay un empeño ciego de mantener abierta la estación sin ni siquiera poner el problema sobre la mesa, sin admitir la crisis de este modelo de negocio como consecuencia de la crisis climática", explica en diálogo con LPO.
Escalantes entiende que nadie que hablar de esto debido a que la estación es un "motor económico" de Granda que aporta miles de empleos, directos e indirectos. Pero, advierte, urge que todos los actores involucrados se sienten para "trazar un plan de reconversión" de la estación.
Caso contrario, el inevitable iceberg, tarde o temprano, impactará de forma brusca y la restructuración que exige la nueva realidad climática será mucho más dolorosa.
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