Contra todo pronóstico, Fernando López Miras va camino a convertirse en un dirigente destacado dentro del PP. El presidente murciano es uno de los pocos que ha resistido de momento a un acuerdo de cogobierno con Vox, al punto de mantener bloqueado el Ejecutivo regional y, llegado el momento, arriesgarse a nuevos comicios. En su entorno dicen que López Miras siente que el tiempo le está dando la razón.
La salida de Iván Espinosa de los Monteros, anunciada en la mañana de este martes, confirma la crisis en la que está sumido el partido ultraderechista, cooptado por la conducción omnímoda de Santiago Abascal, y escorado hacia el neofalangismo que representa Jorge Buxadé, el nuevo hombre de confianza del líder. Si se cumplen los pronósticos de varios analistas, Vox podría haber tocado su techo electoral el 23J y comenzado su repliegue.
Pero Vox no está muerto y la reorganización que prepara Abascal resultará en una formación más extreminsta, paranoica y ávida de poder, lo que se deja traslucir en las últimas declaraciones que Buxadé dirigió a López Miras. "Estamos obligados a conformar gobierno de coalición que hagan políticas en favor de las clases medias. Pero López Miras está en el bloqueo, ni siquiera descuelga el teléfono para hablar con José Ángel Antelo", dijo el vicepresidente de Acción Política de Vox.
En Bambú perciben la Región de Murcia como el cromo que les falta para completar el álbum de autonomías bajo el control compartido con el PP. López Miras juega con la desesperación de Vox y, es cierto, ignora a Antelo, portavoz regional de la formación ultra. La sospecha de los de Abascal no recaen tanto en la estrategia del presidente murciano -están convencidos de que precipitará elecciones si es necesario-, sino en la de Alberto Núñez Feijóo, quien sigue de cerca y tiene injerencia en el diseño del gobierno local.
Al dirigente gallego no le ha caído del todo bien ese gesto disfrazado de desinterés de Abascal sobre un apoyo sin exigencia de entrar en un hipotético gobierno nacional. Feijóo sabe que lo hace porque ya no ve posibilidades de investirle con los votos en danza y busca refugio territorial, pero el líder de los populares comparte el diagnóstico con López Miras y más de uno de los suyos: si Vox vuelve a pasar por las urnas podría ser cada vez más irrelevante.
Los vaivenes políticos parecían haber dejado aislado a López Miras, con sus colegas de partido cerrando acuerdos, y bajo la mirada de reproche de Génova, aunque los tiempos se acomodaron y ahora ha puesto a Abascal en una encerrona, es decir, o acepta los términos del PP y le aporta los votos para investirle o va a nuevas elecciones con la incertidumbre de desaparecer por completo de la Asamblea regional. La furia de Abascal y Buxadé nace de la impotencia de reconocerse sin más cartas para presionar.
López Miras no ve un acuerdo con Vox y acusa a Abascal de forzar una repetición electoral
En tono burlón, el mandatario regional le pidió a Abascal que replique en Murcia la oferta que le hizo a Feijóo. "Creo que esa misma responsabilidad, ese sentido de Estado, Vox de la Región de Murcia también tendría que aplicarlo, desbloqueando la situación. No necesitamos el sí de Vox ni el apoyo explícito de Vox, solo necesitamos una abstención, es decir, que no bloqueen", disparó. Un papel puramente instrumental, que es un insulto para cualquier fuerza política que se precie de serlo.
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