
Fernando López Miras ha sido investido presidente de la Región de Murcia. La revalidación de su mandato fue posible tras su acuerdo político con Vox, del que renegó durante meses, pero el que terminó aceptando ante el temor de repetir las elecciones, amenaza de la ultraderecha para condicionar el pacto.
El candidato del PP ha cedido dos puestos en su Consejo de Gobierno al partido ultra, que ocupará la cartera de Fomento y la de Seguridad, Interior y Emergencias, esta última con rango de vicepresidencia.
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No sólo eso: los nueve diputados de Vox votaron sí a su investidura tras firmar un acuerdo pragmático de 30 puntos, pese a tener fuertes discrepancias sobre políticas claves como la defensa del mar Menor, la lucha contra la violencia de género o la aplicación del pin parental.
El pacto y su formas (la resignación y claudicación del PP ante Vox) desnudan que pese al duro golpe en las elecciones generales, Santiago Abascal ha logrado su principal meta política de 2023: desplegar sus tentáculos en los Ejecutivos de muchas comunidades autónomas y condicionar al PP en su hoja de ruta.
Cabe recordar que el pasado mes de julio se celebró un primer debate de investidura en el que el candidato del PP no consiguió los apoyos necesarios para ser investido presidente ni en primera ni en segunda votación. Durante todo este tiempo, Vox ha condicionado su apoyo al líder del PP a entrar en el Gobierno de la Comunidad, algo que conseguía el pasado 1 de septiembre.
Tres meses después del 28M e investidos todos los gobiernos autonómicos, el PP de Alberto Núñez Feijóo gobierna en cuatro CCAA en solitario (Galicia, Andalucía, Madrid y La Rioja), cogobierna dos con pactos con partidos regionalistas (Cantabria. Canarias) y seis con Vox (Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón, Baleares y Murcia).
Por lo tanto, en los hechos, y dejando de lado la retórica, el líder gallego buscará su (fallida) investidura con una fuerte alianza con Abascal.
Tal es la debilidad parlamentaria de los populares, que en los 17 meses que lleva al frente del PP, Feijóo había aceptado coaliciones con Vox en autonomías y ayuntamientos, pero había evitado fotografiarse con Abascal.
Esa "línea roja" la cruzó esta semana tras posar con el líder de la ultraderecha en el Congreso de los Diputados durante su ronda de negociaciones para ser investido.
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"Ha habido respeto y hemos sido capaces de anteponer la defensa de la igualdad a cualquier discrepancia política. Agradezco el apoyo a la investidura sin condiciones", dijo Feijóo sobre el encuentro.
Abascal, por su parte, dijo que sus votos al PP son una respuesta al "bochorno de ver a los partidos separatistas subastar la nación. Somos partidos muy diferentes, pero hemos logrado llegar a acuerdos con generosidad en muchos sitios", reconoció.
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