A esta altura, para Fernando López Miras se trata de resistir una doble presión, la de Génova y la de Vox. El presidente murciano sabe que arrancar una legislatura después de haber dado el brazo a torcer no es un buen augurio y, sobre todo, lo es menos si eso requiere cogobernar con la formación ultra, presente en otros territorios ganados por el PP. Pero lo cierto es que el tiempo se agota.
El equipo que rodea al mandatario regional ha analizado todos los escenarios: llegar a un acuerdo in extremis con Vox, patearlo para la semana próxima, con novedades en las concesiones, y convencerles de una abstención, o prepararse para una repetición electoral. "No serás MarÃa", le dicen sus negociadores, en alusión a MarÃa Guardiola, su colega de partido que ha declinado su intención por un telefonazo de Madrid.
Génova presiona a López Miras para que pacte con Vox en Murcia
López Miras ha negociado las comisiones en la Asamblea, aunque todavÃa no ha dejado en claro si es una última oferta, o el inicio de posibles acuerdos. Era un gesto necesario después de haber excluido a los de Santiago Abascal de la Mesa del legislativo, que en la formación ultra vivieron como una humillación y retiraron a sus emisarios de las negociaciones con los populares. Si bien no lo han vendido asÃ, era una pataleta mÃnima para seguir conversando.
"Fuera de la burbuja de la vida de partido preocupa más la subida del precio de los alimentos que el reparto de consejerÃas", retó López Miras a los grupos parlamentarios, después de que llamase a los diputados a evitar caer "en el fetichismo del sillón". No era un genérico, sino un mensaje a sus potenciales aliados. Sin embargo, el piso del PP murciano ha empezado a crujir.
El portavoz del Grupo Parlamentario Popular, JoaquÃn Segado, ha pasado del no dar "un paso atrás" a un acuerdo "posible y necesario" con Vox en el debate de investidura, que deberá resolver entre hoy y mañana. El negociador más dúctil del presidente murciano, Segado ha sido el encargado de leer el programa electoral de la ultraderecha para identificar puntos en común y recordó que el que busca, encuentra.
López Miras deja a Vox fuera para acordar con el PSOE y arriesga su investidura
El problema para el mandatario popular es que a Vox no le interesan los puntos programáticos como en las Baleares, sino los cargos, como en Extremadura. "Esto es un acto de propaganda más que una investidura", se quejó este jueves el portavoz adjunto de Vox en la Asamblea regional, Rubén MartÃnez Alpañez. Una escenificación, en cualquier caso, porque el PP sabÃa que era poco probable la investidura.
"En su discurso, López Miras no ha hecho ni una sola mención a la violencia de género, ni a las personas LGTBI, ni a la igualdad, porque no se atreve a enfadar a sus socios de gobierno. Esto es una muestra más de que tienen un pacto", disparó Pepe Vélez, secretario general del PSOE murciano y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. En voz baja comentan a LPO que el acuerdo entre el PP y Vox ya está amañado, solo es cuestión de timing.
La portavoz regional de Podemos, MarÃa MarÃn, también piensa lo mismo. Hay indicios sobre un entendimiento que puede esperar hasta después de las generales, porque a Génova le interesa demostrar que Abascal no es su verdugo y, según los tiempos procedimentales, apenas hay riesgo de ir a nuevas elecciones. Con todo, fuentes del PP de Murcia deslizan a este medio que los movimientos tácticos de López Miras tienen que ver más con lo que sucede en la región que con lo que pergeñen en la calle Génova de Madrid.
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"Hay demasiada especulación", dicen desde el PP regional. Las dificultades se dan en torno al deseo de López Miras de cohabitar en el Ejecutivo con un partido ajeno al que no siente como un socio cómodo. Y si hay que ir a nuevas elecciones y ganar los dos diputados que le faltan para la mayorÃa, cree que puede valer la pena. Quiere más el modelo de Marga Prohens que el de Guardiola, una carambola que no depende de lo que suceda en Murcia.
Para Abascal también se trata de un cálculo interno de la dirección nacional del PP, por lo que calibrar la presión es clave en este momento. López Miras tiene un mandato inequÃvoco, dicen, pero no tiene la mayorÃa que se requiere para un gobierno en minorÃa. La respuesta la tiene frente a sus ojos, aunque quiere ser la excepción a la regla de los últimos populares.
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