Cuando Alfonso Fernández Mañueco expulsó a los consejeros de Ciudadanos del Ejecutivo de Castilla y León y llamó a elecciones anticipadas, el PP estaba convencido de que podía salir reforzado y gobernar en solitario. A dos días de la votación, en Génova ya admiten que solo una alianza con Vox garantizaría la continuidad de los populares al frente del gobierno autonómico.

El primero en reconocer este escenario es el propio Mañueco. El presidente de la Junta dijo que hablará con quien tenga que hacerlo después de los resultados del domingo, y remarcó que desde el PP de Castilla y León "nunca se ha atacado a Vox". "Si hay fragmentación en el centro y en la derecha, se corre el riesgo", sostuvo en alusión a un eventual triunfo del PSOE. No se trata solo de un llamado al voto útil, sino a la unidad de la derecha una vez terminada la votación.

Ahora Mañueco abre la puerta a Vox: "Habrá que ver qué posibilidades hay"

Pablo Casado fue más esquivo, pero dio pistas en este sentido. La jugada de Mañueco fue auspiciada por el líder del PP para aumentar sus posibilidades de llegar a la Moncloa. Si el PP sale debilitado sería un duro golpe para Mañueco. Si el PP pierde el gobierno de Castilla y León podría ser el fin de Casado. Desde Zamora, dio a entender que, a esta altura, un acuerdo con Vox es al menos deseable. 

Si el PP sale debilitado sería un duro golpe para Mañueco. Si el PP pierde el gobierno de Castilla y León podría ser el fin de Casado

"Vamos a votar el domingo para gobernar en solitario. Con las manos libres para que no haya impuestos, no haya pactos con Bildu, aquí no mande Esquerra y no mande Podemos", dijo Casado, quien llamó a respaldar "un modelo de apostar por la ganadería, por la agricultura, por la industria, por el turismo, por nuestra tierra", frente a "otro modelo en el que quien manda son los asesinos de ETA tal y como hemos conocido que venía pactar con Marlaska esta semana".

Pese a los comentarios alrededor de esta respuesta huidiza, la alusión a la ganadería y a ETA se interpretó como un guiño a la formación de Santiago Abascal. El líder de Vox sigue de cerca esta campaña y ya está listo para entrar en negociaciones el domingo por noche. Según el CIS, la formación de ultraderecha obtendría un 11% y una tercera posición que le da alas para influir en la formación de un gobierno con los populares.

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"Es muy importante votar estas elecciones para hacer todo lo posible para que Vox sea decisivo y haya una suma para que Castilla y León no caiga en las manos del socialismo y el comunismo que ha traicionado a los españoles", dijo Abascal en un acto en León con su candidato, Juan García-Gallardo. También aseguró que la presencia de Vox en la Junta es esencial para vigilar a la "derechita egoísta, elitista y cobarde que cumple las ideas de la izquierda sin que les presione".