Alberto Núñez Feijóo quiere evitar que se replique un gobierno de coalición entre el PP y Vox como el de Castilla y León. El dirigente gallego ha apostado el futuro de los populares a la campaña para las municipales y autonómicas, pero la formación ultraderechista ata al PP a su prédica "provida". El protocolo castellanoleonés relacionado con la interrupción del embarazo ha cogido por sorpresa a Génova y ha puesto en riesgo su estrategia de desgaste a Pedro Sánchez de cara a mayo.
Al presidente del gobierno le ha servido para que el PP deje de mentar la reforma al Código Penal o las consecuencias judiciales de la ley del "solo sà es sÃ". "La derecha decide qué camino tomar y lo que está claro es que, después de lo que hemos conocido en Castilla y León, la derecha sabe qué camino ha tomado y es el que le marca la ultraderecha", disparó Sánchez desde Sevilla, en el lanzamiento de la campaña.
El PP no ha conseguido articular una respuesta desde que el jueves pasado Juan GarcÃa-Gallardo, vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, anunciara las medidas que obligan a los médicos a someter a las mujeres que decidan abortar a escuchar el latido del feto y acceder a una ecografÃa 4D. Quien sà salió al cruce fue la presienta de la Comunidad de Madrid, que el viernes lanzó una lÃnea telefónica "a favor de la vida" para las mujeres embarazadas.
Las palabras de Isabel DÃaz Ayuso fueron aprovechadas por el Ejecutivo de coalición, que ha salido a instalar que la posición antiaborto del PP es la de su baronesa. "Hoy ya no se lo tengo que preguntar a él, porque la señora Ayuso ha decidido por él. Ya sabemos todas lo que piensa el PP, porque Ayuso nos lo ha dicho", dijo Yolanda DÃaz el sábado en alusión directa a Feijóo, durante un acto de Sumar en Barcelona.
"Esto lo ha consentido Feijóo con la entrada de la ultraderecha en Castilla y León, no deberÃa sorprender a nadie", asegura una fuente socialista. En Moncloa resolvieron enviar un requerimiento y anunciaron posibles recursos judiciales contra la Junta que preside Alfonso Fernández Mañueco. En Génova creen que ha sido un "regalo" de Santiago Abascal a Feijóo, que viene despreciando en público una potencial alianza con Vox para desbancar a Sánchez. Pero el partido ultra, estancado en los sondeos, también busca recuperar la iniciativa en un año donde se juega su posible debut en un gobierno del PP.
"El PP es el partido alfa de la derecha, pero sigue condicionado por Vox"
La presión sobre el PP es tal que Ayuso ha tenido que apuntar a Vox. La presidenta madrileña acusó este lunes a GarcÃa-Gallardo de "buscar un conflicto interno". "Todo lo que sea dar información me parece bien, todo lo que sea ir en favor de la vida me parece bien, es más, necesario", insistió esta vez en lÃnea con Génova, que ha intentado vincular el plan antiaborto de Castilla y León con medidas de fomento a la natalidad.
"Es un auténtico atentado contra el derecho a abortar. La señora Ayuso es absolutamente cómplice de este tipo de polÃticas, Vox es su aliado principal en Madrid. Hace ese guiño con el teléfono para las embarazadas, pero todas sus polÃticas están en el mismo marco, que es atacar la libertad de las mujeres", asegura a LPO Alejandra Jacinto, candidata de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Por su parte, Pilar AlegrÃa, portavoz del PSOE, señaló que el "PP es rehén de Vox" y criticó el "trumpismo" de Ayuso. Los populares han recurrido la ley de aborto de José Luis RodrÃguez Zapatero y ahora los socialistas pueden afearles a sus rivales que defiendan el modelo húngaro de Viktor Orbán. La comparecencia que dio Mañueco al mediodÃa tuvo un solo mensaje, que "no se obligará a los médicos y a las mujeres a nada", pero el dirigente popular ya estaba enredado en el juego de Vox.
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