La noticia sobre la reunión del líder del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Daniel Sirera, tras las elecciones generales del 23-J con el presidente del grupo parlamentario de Junts, Alberto Batet, y el portavoz independentista, Josep Rius, generó un cimbronazo en Génova.
Según reveló el diario La Vanguardia, este encuentro con el círculo intimo de Carles Puigdemont en un hotel de Barcelona en la primera quincena de agosto para sondear una posible investidura de Alberto Núñez Feijóo y antes de constituirse la Mesa del Congreso, según ha publicado este miércoles.
En la reunión participaron los dos políticos de Junts y, por parte del PP, Sirera y el comunicador Xavier Domínguez. En declaraciones a Rac1, el popular ha reconocido el encuentro y confirmado que era imposible asumir sus reivindicaciones: "Era imposible de aceptar. No solo pedían la ampliación del aeropuerto y mejoras en Rodalies o una mejor financiación. Solo amnistía y referéndum. Salí de la reunión consciente de que era imposible negociar con Junts. Y que era inviable". Sirera ha considerado el encuentro como una simple reunión de café que no fue a más.
"Los políticos mantenemos contactos con representantes de otros partidos, formales, informales. Y a veces tomamos café con políticos de otros partidos", ha justificado el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado. "El Partido Popular no aceptó las condiciones de un prófugo de la justicia", ha abundado.
Según detalló el diario El País, miembros de Junts han asegurado esta mañana que la reunión, que califican de "informal", se celebró a petición del PP para sondear las intenciones de Junts de cara a la política de pactos.
Fuente del PSOE consultadas por LPO afirman que esto confirma "el doble rasero y la hipocresía del PP. Estamos esperando la reacción de Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo".
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