La crisis hídrica que sufre Cataluña no es únicamente por la falta de lluvias y por una sequía inédita. También -explican científicos y expertos- responde a un insostenible consumo de agua de parte de los tres grandes pilares de la economía de esta comunidad: la gran agroindustria, la ganadería intensiva y el sector turístico.

LPO reveló que Cataluña tiene más cerdos que ciudadanos y 856 macrogranjas que consumen millones de litros de agua. Con el agravamiento de la crisis y ante una "emergencia" que la Generalitat activará en las próximas semanas, las entidades ecologistas y medioambientales exigen que no se esconda bajo la alfombra la mala gestión política del agua, una arista clave para entender la escasez de este recurso vital.

En este sentido, la ONG Agua es Vida denuncia que el gobierno de Pere Aragonès oculta los datos de consumo de las grandes actividades económicas. En un artículo para El País, su portavoz, Dante Maschio, dice no entender "cómo una información tan esencial como es el consumo de las grandes actividades económicas no sea de acceso público". 

Un gran consumidor es cualquier actividad que utiliza más de 7.000 metros cúbicos de agua al año, y suelen poseer concesiones otorgadas por la administración hidráulica competente, la ACA, y, por lo tanto, quedan fuera de la red de agua urbana.

Maschio recuerda que desde noviembre de 2022, cuando Cataluña entró en alerta por sequía, se aplican diferentes porcentajes de reducción de consumo de agua para los grandes consumidores. Actualmente, estas reducciones son del 40% para el riego agrícola, del 30% para usos ganaderos y del 15% para usos industriales y recreativos.

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Estas restricciones van en paralelo con las dotaciones máximas permitidas para los municipios y sus redes urbanas de agua. En la situación de preemergencia por sequía, los municipios pueden consumir 210 litros por persona y día.

En junio del año pasado, tras las insistencia de algunas formaciones políticas opositoras y  las más de 30 ONG que forman parte de la campaña "De dónde no hay, no mana",  la Agencia Catalana del Agua (ACA)  publicó la lista de los consumos municipales, un dato que se desconocía. 

El consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort. 

Europa Press

"Un ejercicio que, aunque tarde, lo celebramos como un acto necesario de transparencia y fiscalización. Desde entonces, estos datos han permitido direccionar las políticas de ahorro hacia donde se ejercen grandes consumos e incluso sancionar a quien no facilita datos o incumple las restricciones por consumo", explica Maschio.

Cataluña tiene más cerdos que ciudadanos y 856 macrogranjas que consumen millones de litros de agua

Sin embargo, el otro dato, el del consumo de las grandes actividades económicas, sigue oculto.

No entendemos cómo se priorizan las medidas para paliar la sequía sin conocer el consumo real de los grandes consumidores. O tal vez sí lo entendemos si miramos en qué actividades económicas se sustenta el PIB catalán

A las puertas de la emergencia por sequía los datos de consumo de las grandes actividades económicas aún no son públicos. La ACA se excusa alegando que "los consumos de agua procedentes de las concesiones que administra los obtiene a través del dinero recaudado con el canon del agua, que es un impuesto ambiental que grava el uso y contaminación del agua" y que  al tratarse de información tributaria se trata de una "información sensible" que no debe publicarse.

"Incluso después de utilizar la Ley de transparencia y mediar con la Comisión de Garantía del Derecho de Acceso a la Información Pública, seguimos sin tener estos datos", lamenta esta ONG.

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"No entendemos cómo una información tan esencial como es el consumo de las grandes actividades económicas no sea de acceso público. No entendemos cómo se priorizan las medidas para paliar la sequía sin conocer el consumo real de los grandes consumidores. O tal vez sí lo entendemos si miramos en qué actividades económicas se sustenta el PIB catalán", afirma el portavoz en su descargo.

 La sequía -concluye- debe ser una oportunidad para salir de esta crisis "con una gobernanza del agua mucho más transparente, eficaz y participada". 

"El verano pasado hicimos un paso adelante fiscalizando a los municipios, pero ¿quién fiscaliza la acción que le compete al Govern con respecto a los grandes consumidores?", se pregunta.