Artur Más ha regresado al foco mediático para pedir un acuerdo entre Junts y el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez. El hombre que antecedió a Carles Puigdemont y abrió paso al procés con la consulta del 9N consideró que hay "más exigente que intransigente" en las negociaciones con el PSOE y Sumar. "No hay que temer la repetición electoral, porque si no pierdes fuerza en la negociación, pero tampoco debes hacer la temeridad de ir a unas nuevas elecciones", dijo.
El expresidente de la Generalitat se une asà al elenco de dirigentes independentistas que buscan apurar a Junts para que cierre un acuerdo con Pedro Sánchez. De hecho, las declaraciones de Mas vienen un dÃa después de que la cúpula de ERC publicara una carta abierta en el diario Ara en la que defienden que "las urnas han dado al independentismo una nueva oportunidad" y por ello "los catorce diputados independentistas catalanes son necesarios para la gobernabilidad del Estado".
Es una lectura compartida en Moncloa y entre los republicanos: la alternativa a un Ejecutivo central del PSOE y Sumar no es PP de la mano de Vox, sino una repetición electoral que podrÃa darle una mayorÃa al bloque de la derecha. Un escenario que deja la responsabilidad del lado de los posconvergentes, quienes han puesto sobre la mesa los objetivos de máxima de un referéndum de autodeterminación y la "amnistÃa" a los dirigentes prófugos de la justicia española.
Fuentes de Sumar y ERC confirman a LPO que el giro que se dio el viernes con el voto CERA ha envalentonado a Junts en los puntos a discutir ya no una investidura, sino un apoyo explÃcito al Gobierno de coalición. La formación que preside Laura Borrà s no hará más que subirse el precio, admiten en una de las partes de la negociación a varias bandas, aunque también les reconocen a los de Puigdemont "una comprensión sobre cuán compleja es la situación en este momento".
Tanto Mas como la dirección de ERC -desde el mandatario Pere Aragonès hasta Oriol Junqueras, pasando por Marta Rovira y Gabriel Rufián- llaman a la unidad del espacio independentista. El primero hasta se propuso como intermediario con Puigdemont y los republicanos reivindican ser con Junts "una palanca de fuerza que hemos de saber aprovechar" en el proceso de investidura. En la carta no esquivan al elefante blanco, es decir, también se suman al referéndum soberanista y los indultos.
Para Sánchez se trata de conseguir lo antes posible un acuerdo para evaluar si es realista -y deseable- un Ejecutivo condicionado por fuerzas polÃticas independentistas, con la meta de desencallar las negociaciones de la cuestión separatista. En Sumar lo ponen en palabras más simples: darle a Junts la excusa para pactar y presentar lo acordado como un logro propio a su menguante electorado en Cataluña. Ferraz no quiere concederle ese crédito, y menos aún a costa de una promesa sobre una consulta que reavive el conflicto.
Sánchez no esperará a Feijóo y anuncia que comienza a buscar la mayorÃa para gobernar
El independentismo en bloque entiende que pese a la pérdida de votos, la influencia polÃtica que ha ganado el 23J es una baza que harán pesar. Sobre la mesa de negociaciones está, además, el modelo de financiación autonómica y cómo hacerlo más beneficioso para Cataluña, un esquema de descentralización, propuesto por Sumar, para empezar a otorgar más autonomÃa y relevancia a la comunidad, o condonar parte de la deuda del Estado por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), instancia que Alberto Núñez Feijóo prometió derogar en campaña.
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