Un dirigente de la Unión Industrial Argentina cuestionó duramente a la conducción de la entidad por el "silencio" ante la feroz caÃda de la actividad y le apuntó a Daniel Funes de Rioja luego de su rechazo a la apertura de importaciones.
El primer industrial en salir a cuestionar a la conducción de la UIA fue el presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera (FAIMA), Román Queiroz, que integra la central.
"Hay un montón de sectores y PyMEs que están atravesando un momento delicado, pero recién cuando le tocan el culo a las alimenticias la UIA salta a poner el grito en el cielo", disparó el empresario misionero en referencia al comunicado de la entidad contra la apertura de importaciones, un rechazo movilizado por Funes de Rioja ya que la medida afecta a su sector.
"Me llama la atención tanto silencio de la UIA ante la situación crÃtica de las PyMEs que yo no entendÃa si ese silencio era por negligentes, o se trataba de algo estratégico u obsecuente", afirmó Queiroz en una entrevista con Radio Con Vos.
El maderero también contó que hizo el planteo en la reunión del directorio de la UIA del martes pasado y que fue duramente cruzado por los popes de la central. "Un CEO me amenazó y me dijo que si no me sentÃa cómodo en la UIA que me fuera a la CAME", contó Queiroz.
FAIMA emitió este jueves un comunicado en el que denunció una fuerte caÃda de la actividad de todas las ramas de la industria maderera, con un 40% de baja en los últimos 60 dÃas en el sector de aserraderos. En algunos sectores la caÃda llega al 60%.
"El aumento de los costos de producción y la apertura comercial han agravado la crisis, poniendo en riesgo la viabilidad económica de las empresas y amenazando la generación de empleo de un sector que da trabajo a 30.000 empleos directos y unos 15.000 en forma indirecta", alertaron.
FAIMA denunció que en enero hubo un fuerte incremento en la importación de muebles, al tiempo que les siguen bloqueando la importación de insumos. "Esta situación sumada a la caÃda de la demanda mencionada anteriormente, ya está generando reducciones en las jornadas laborales, adelanto de vacaciones, suspensiones y la posibilidad inminente de despidos masivos en las empresas locales", completaron.
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En estos momentos, estamos coqueteando con una depresión económica y como los bienes y servicios esenciales son inelásticos a corto plazo todavía no se está observando un descenso importante en los precios de estos productos, pero solo es cuestión de tiempo. Igualmente, la inflación galopante era muy cansadora por lo que había que cortar con el financiamiento de dinero espurio del banco central a la tesorería nacional, pero aquellas declaraciones del presidente fueron muy desacertadas ya que contribuyeron al debilitamiento del peso y la suba del dólar generando aún mayor inflación. Hoy, muchos ahorristas tienen que vender los billetes verdes porque no pueden cubrir sus gastos y muchas empresas ven como sus ventas se caen como un piano desde un décimo piso. Lo que pasa hoy era esperable. La inflación crecerá a un ritmo muy bajo en mucho menos de lo esperado, pero será por las malas y no por un aumento de la demanda de moneda local.
Si les hablan de competencia, tiemblan. Monopólicos como pocos.
No dan trabajo, al contrario...están echando gente. No se modernizan.
Aventureros. Esa gente da asco.