Donald Trump dedicó una larga intervención a hablar sobre el voto latino, la frontera sur y las relaciones de Estados Unidos con México. Apenas unas horas después de haber hablado ante el electorado hispano de Miami sobre la necesidad de una deportación masiva, Trump le dio una entrevista a la cadena Univisión en la que habló de todos los temas que atraviesan el límite fronterizo y son motivo permanente de polémica.

Consciente de la importancia estratégica de una porción cada día más decisiva de la población, el líder republicano se dedicó a elogiar de manera permanente a la población hispana. "El voto latino es tan increíble porque son personas increíbles. Tienen habilidades increíbles, una energía increíble y son muy emprendedores (...) Son simplemente personas geniales, personas increíbles. Y también quieren seguridad si están en Estados Unidos, México o cualquier otro lugar. Se sienten fuertes en materia de seguridad y nosotros se la proporcionamos. Y sí, según las encuestas, nadie ha visto nunca algo así".

En una diálogo con el periodista Enrique Acevedo, Trump habló sobre el elevado apoyo que recibe en las encuestas por parte de los hispanos en estados fronterizos como Nevada y Arizona. "He sido republicano y soy republicano, y contamos con un tremendo apoyo por parte de lo que yo llamo hispano, latino, tienen muchos términos diferentes, pero en lo que a mí respecta, todo significa lo mismo. Es que son personas geniales y también quieren seguridad si están en Estados Unidos, México o cualquier otro lugar. Se sienten fuertes respecto de la seguridad y nosotros se la proporcionamos. Y sí, según las encuestas nadie ha visto nunca algo así", afirmó.

"El país está siendo invadido": Trump prometió deportaciones masivas ante un público latino

Para explicar su fortaleza entre los hispanos, Trump dio su opinión y consideró que la clave está en la seguridad, que es lo más importante para los latinos en las áreas fronterizas: "Creo que lo más importante ahora es la seguridad. Quieren seguridad. Quieren tener una frontera. Tenemos una enorme cantidad de personas, por ejemplo, de México. Viven aquí, ya sea permanentemente o a tiempo parcial. No quieren que la gente entre y asalte su casa o haga cosas malas. Quieren ver seguridad. Quieren tener una frontera", dijo.

De acuerdo a las cifras que proporcionó el ex presidente, el descontrol en la frontera ha permitido que alrededor de 15 millones de personas crucen hacia Estados Unidos en los últimos tiempos. "Mucha gente viene de las cárceles. Mucha gente proviene de instituciones mentales y manicomios. Eso es el silencio de los corderos. Ese es Hannibal Lecter. ¿Has oído hablar alguna vez de Hannibal Lecter? No es una buena persona", ironizó.

Univision

Poco después, no dudó en hablar de las relaciones con México y de su vínculo personal con Andrés Manuel López Obrador. "Las fronteras funcionan en ambos sentidos. Y hemos tenido relaciones increíbles con México. Su presidente es amigo mío. Es un hombre tremendo. Ha sido muy leal conmigo. Le he sido muy leal. Simplemente nos llevamos bien. Es un poco diferente, un poco más izquierdista que yo, tal vez, pero es un gran caballero y un hombre maravilloso. Y creo que ha hecho un trabajo fantástico para México".

Contamos con un tremendo apoyo por parte de lo que yo llamo hispano, latino. Son personas geniales y también quieren seguridad si están en Estados Unidos, México o cualquier otro lugar. Nosotros se la proporcionamos.

Cuando el periodista de Univisión lo consultó sobre la relación de México como mayor socio comercial de Estados Unidos en lugar de China y los resultados del T-MEC a tres años de su implementación, el ex presidente dijo que el T-MEC ha sido fantástico para sus tres socios y les ha quitado muchos negocios a otros países extranjeros. "Creo que he hecho mucho para ayudar a México y estoy muy orgulloso de eso".

Alarma para la Casa Blanca: una encuesta revela mayor confianza en Trump para manejar la crisis migratoria

Uno de los temas más importantes para la relación bilateral fue el de la lucha contra el fentanilo y la ofensiva republicana para invadir México con las fuerzas armadas. 

-Algunos de los otros aspirantes republicanos han hablado de una intervención militar en México para detener el tráfico de fentanilo a través de la frontera. Si fuera reelegido presidente, ¿apoyaría esa idea?, le preguntó Acevedo.

-Bueno, mucha gente dijo que fue idea mía. De hecho, dijeron que iba a hacer eso, pero ciertamente trataríamos con México. La relación es muy buena. Mire, a México tampoco le gusta lo que está pasando con el fentanilo y con todas las otras cosas que están pasando por la frontera. Y México también es víctima de ello. Tienes un tremendo problema con las drogas, con tu gente. El pueblo, las drogas, la destrucción de familias, la muerte. Entonces estaríamos tratando con México, pero hay que hacer algo al respecto. Estamos perdiendo, creo que probablemente 250,000 personas al año. Eso es como una gran intervención militar. Hay que hacer algo al respecto.

A México tampoco le gusta lo que está pasando con el fentanilo y con todas las otras cosas que están pasando por la frontera. México también es víctima de ello. Entonces estaríamos tratando con México, pero hay que hacer algo al respecto.

En uno de los pasajes más polémicos de la entrevista, Trump hizo una nueva defensa de su decisión de separar a miles de familias migrantes en la frontera sur, argumentando que sirvió como un elemento disuasivo eficaz. Fue en 2018, cuando cientos de niños migrantes fueron separados de padres que fueron llevados a los tribunales para iniciar procesos penales. "Cuando escuchas que te van a separar de tu familia, no vienes. Cuando piensas que vas a venir a los Estados Unidos con tu familia, vienes. Y lo hicimos por un período de tiempo de separación familiar y otros también, por cierto. (...) Mucha gente no vino. Impidió que cientos de miles de personas vinieran porque cuando escuchan la separación familiar, dicen bueno, mejor no vayamos. Y no fueron", dijo. Después, repitió que la separación familiar fue implementada por primera vez durante la administración Obama, algo que ya ha sido negado por los demócratas en múltiples oportunidades.