
El final inminente del TÃtulo 42 y la preocupación por la crisis migratoria se convirtieron en un tema fundamental de la disputa entre republicanos y demócratas. Después de más de tres años de vigencia y si no hay ningún fallo judicial que lo impida a último momento, el jueves próximo la administración Biden espera abandonar la normativa de salud que Donald Trump desempolvó al inicio de la pandemia para prohibir el ingreso de migrantes. Sin embargo, las crÃticas para Joe Biden no provienen sólo de la oposición republicana y se extienden también a parte de sus propios partidarios.
Demócratas o republicanos, todos los estados de la frontera sur ven con inquietud o temor el plan diseñado por el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas.
Sin embargo, en ningún lugar se han escuchado crÃticas tan fuertes como en Arizona. El estado siempre decisivo que resultó crucial para el triunfo de Biden en las elecciones del Senado comparte una frontera de más de 370 millas con México y viene de pasar a manos demócratas.
Consciente de que los republicanos le respiran en la nuca, la nueva gobernadora demócrata Katie Hobbs dice que su estado se prepara para el fin del TÃtulo 42 "en gran parte sin el apoyo del gobierno federal". Hobbs enfrenta dificultades para imponer sus criterios en el estado que le toca gobernar. Derrotó en noviembre por un margen mÃnimo a la fervorosa candidata de Donald Trump, Kari Lake, y logró asà hacerse de un territorio que venÃa de gobernar el republicano Doug Ducey. Pero además, Hobbs no tuvo demasiado tiempo para festejar.
Apenas conocida su victoria, Sinema, la senadora clave de Arizona, abandonó el partido demócrata y decidió crear un monobloque. Sinema, que votó en más de una oportunidad a pedir de los republicanos en el Senado, sostiene desde diciembre pasado que la administración Biden tuvo dos años para prepararse para el final del TÃtulo 42 y no lo hizo. Además, asegura que si la situación migratoria se desborda, Arizona será la que se llevará la peor parte.
En rechazo a la polÃtica de Biden y Mayorkas, Sinema impulsa un proyecto propio para tratar de iniciar una transición por un periodo de dos años. Pero no es la única dirigente de Arizona que expresa sus reservas sobre el plan Biden. También lo hace el representante latino Rubén Gallego, quien el próximo año intentará arrebatarle a Sinema su banca en el Senado y no se cansa de criticarla. Gallego envió cuatro cartas a la administración a fines de la semana pasada en las que describÃa sus propias preocupaciones. Según Gallego le dijo a The Early, "las comunidades fronterizas van a tener dificultades para lidiar con esta oleada de migrantes potenciales".
El latino Gallego es un demócrata convencido y hasta puede cambiar de parecer de acuerdo a quién impulse la polÃtica en discusión. En 2018, criticó a Trump por enviar miembros de la Guardia Nacional a la frontera, pero ahora se diferencia de otros congresistas de su partido y apoya la decisión de Biden de enviar 1.500 efectivos más. Gallego dijo que eso se debe a que las tropas que Biden está enviando solo brindarán servicios de apoyo al personal de la Patrulla Fronteriza. Tal como contó LPO, el fin del TÃtulo 42, le generó a Biden hasta el momento crÃticas de sectores que tienen posturas antagónicas.
Según el TÃtulo 42, los funcionarios fronterizos pueden expulsar a los inmigrantes que encuentran en la frontera de inmediato, en lugar de procesarlos y darles la oportunidad de solicitar asilo.
La administración Biden pretende desechar la idea de que no está preparada para ordenar la frontera tras el fin del TÃtulo 42, pero los republicanos cuestionan con dureza a la Casa Blanca y están preparados para aprobar una legislación de seguridad fronteriza esta semana en una reprimenda simbólica a la administración.
Sinema y el senador Thom Tillis presentaron un proyecto de ley que darÃa a la administración la autoridad para expulsar a los inmigrantes rápidamente bajo términos similares al TÃtulo 42 durante dos años. Mientras Joe Manchin y Jon Tester, los dos senadores demócratas más vulnerables para la reelección en 2024, lo apoyan, otros demócratas como el senador de Arizona Mark Kelly no han descartado brindarle su respaldo.
Desde que asumió su cargo, en enero de 2020, la crisis fronteriza ha sido un tema de enorme importancia al que Biden no le pudo encontrar solución. Los fallos de jueces republicanos que frustraron sus decisiones y su propia indefinición llevaron a que las lÃneas directrices de la polÃtica de Trump se mantuvieran inalterables y se extendieran en el tiempo. Según una encuesta del Washington Post - ABC News de febrero pasado, solo el 28 por ciento de los estadounidenses aprobó su manejo de la situación fronteriza y el 59 por ciento lo desaprobó.
En Arizona, los problemas en la frontera llevaron incluso a que demócratas y republicanos se unieran detrás de criterios comunes y en contra de las polÃticas de la Casa Blanca. El ascendente representante republicano Juan Ciscomani, un estudiante de primer año que ganó un distrito decisivo el año pasado que colinda con la frontera, fue uno de los que se hizo eco en las últimas horas de muchas de las mismas preocupaciones que Gallego. El latino Ciscomani fue el designado por Kevin McCarthy para responder en español al mensaje que el presidente Biden ensayó este año por el Estado de la Unión. El republicano Ciscomani coincide con el demócrata Gallego en que la administración Biden no está haciendo lo suficiente para ayudar a los pueblos y ciudades fronterizos en la primera lÃnea del aumento esperado.
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