De hacer campaña juntos como candidatos negacionistas alineados con Donald Trump en las elecciones de medio término, a ser rivales en las presidenciales de 2024. Ese parece ser el destino de la candidata a gobernadora derrotada en Arizona Kari Lake y el postulante a senador, también caído en desgracia, Blake Masters.

Para el año próximo, Lake y Masters asoman como contrincantes de una confrontación interna entre seguidores de Trump por una banca en el Senado. La presentadora de noticias de Fox en Phoenix parece correr con ventaja en un estado donde la presencia de latinos ganó en los últimos tiempos una relevancia insoslayable. Se convirtió en los últimos meses en una pieza fundamental de la campaña de Trump y su nombre circuló incluso como eventual compañera de fórmula del ex presidente. Además, su carácter explosivo y su carisma le permitieron ganar alcance nacional con su mensaje y sus consignas, propias del negacionismo más puro.

Masters, sin embargo, está lejos de ser un candidato irrelevante o sin peso específico. No proviene del universo de los medios sino que es un exponente del poder de las grandes tecnológicas y tiene un vínculo directo con uno de los grandes financistas del trumpismo, el megamillonario libertario Peter Thiel.

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La campaña electoral hacia 2014 y la derrota en las elecciones de medio término llevaron a un escenario en el que los lugares para pelear candidaturas son menos y los socios de ayer pueden convertirse en rivales. Por eso, los republicanos de Arizona se están preparando para la posibilidad de que el trumpismo habilite unas primarias durísimas del Senado en las que Lake y Masters podrían volverse competidores.

Mientras Lake ha dicho que está "considerando seriamente" participar en la carrera y podría tomar una decisión en el próximo mes, un informe de The Wall Street Journal -el diario que pertenece al conservador Rupert Murdoch- anticipa que el candidato fallido al Senado anunciará su deseo de reincidir en las próximas semanas.

La presentadora de noticias de Fox en Phoenix parece correr con ventaja en un estado donde la presencia de latinos ganó en los últimos tiempos una relevancia insoslayable.

Con sus derrotas, Lake y Masters contribuyeron a darle a Trump el golpe más duro que recibió desde que se vio obligado a abandonar el poder. Las elecciones de medio término provocaron un cimbronazo inesperado para el ex presidente y revelaron que la tan promocionada "ola roja" de victorias republicanas era una fantasía o un fiasco.

Lake perdió por poco la carrera por la gobernación ante la demócrata Katie Hobbs y denunció después que había sido víctima de un fraude de características similares a las que, según el negacionismo republicano, le impidió a Trump cumplir con un segundo mandato en la Casa Blanca. Ese tipo de conductas es la que transforma a Lake en la más fiel discípula de Trump. La republicana de Arizona lo emula hasta en su negativa de admitir la derrota.

Blake Masters habla y Kari Lake, durante la campaña de 2022 en Arizona.

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Masters proviene del mundo en el que se cruzan las finanzas con la tecnología. Ex ejecutivo de Thiel Capital, el fondo que creó su amigo Peter Thiel, perdió su candidatura al Senado el año pasado ante el senador demócrata Mark Kelly y decidió refugiarse en el silencio. Aunque había expresado su preocupación por las elecciones de 2020, concedió enseguida la derrota ante Kelly y no continuó la batalla en los tribunales como hizo Lake.

Thiel donó millones a la campaña de Masters, pero Reuters informó en abril que el megadonante pretendía dejar de apoyar candidatos en 2024. Los estrategas predicen que Lake, quien apoya abiertamente al ex presidente, es la más probable de los dos para obtener un posible respaldo de Trump.

En Arizona, donde el grupo más grande de votantes no está afiliado a ninguno de los partidos principales, los contendientes primarios probablemente necesitarán votos de centro para ganar y esa misión parece más difícil para Lake que para Masters. Hasta el momento ni Trump ni los miembros de su equipo decidieron involucrarse en la pelea interna del trumpismo pero la relación del ex presidente con la ex presentadora de noticias sugiere que Lake es por lejos su preferida.

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Unidos en la campaña del año pasado, ahora parecen destinados a enfrentarlos entre sí en la pelea republicana para ocupar la banca que hoy pertenece a la ex demócrata Kyrsten Sinema. De ser así, según explicó The Hill, tendrán que diferenciarse y luchar por los votos en las primarias, lo que podría llevar al eventual ganador a las elecciones generales. considerablemente debilitado.

Hasta el momento ni Trump ni los miembros de su equipo decidieron involucrarse en la pelea interna del trumpismo pero todo sugiere que Lake es por lejos su preferida. 

Los liberales quieren que la demócrata convertida en independiente abandone su escaño, ya que el partido espera conservar su escasa mayoría. Pero Sinema todavía no confirma si se presentará o no a la reelección como independiente. Por último, el latino Rubén Gallego, representante demócrata por Arizona, ya está lanzado para pelear por la banca que hoy ocupa Sinema.

"La carrera por el Senado de Arizona se está convirtiendo rápidamente en la peor pesadilla del Partido Republicano", dijo en un comunicado la asesora principal de comunicaciones del Partido Demócrata de Arizona, Olivia Taylor-Puckett.

Una encuesta de Noble Predictive Insights realizada en julio encontró que Gallego lideraba a Sinema y Lake en una hipotética contienda a tres bandas: 34 por ciento para el demócrata, 26 por ciento para el independiente y 25 por ciento para el republicano. En un enfrentamiento Gallego-Sinema-Masters, el demócrata lideró con el 32 por ciento, seguido por el independiente con el 28 por ciento y el republicano con el 24 por ciento.