En un contraste manifiesto con lo que indican las encuestas nacionales, el resultado electoral del martes ofreció motivos para festejar al Partido Demócrata y sembró preocupación en el Partido Republicano. Los demócratas lograron victorias resonantes en estados adversos y volvieron a imponerse gracias a la alta participación que todavía genera el derecho al aborto, uno de los motivos esenciales que le dieron el triunfo a Joe Biden en las elecciones de medio término.

El resultado más importante fue el de Kentucky, un estado de fuerte tradición republicana en el que el gobernador demócrata Andy Beshear logró su reelección. Beshear hizo campaña con la promesa de ampliar el acceso al aborto y derrotó al fiscal general Daniel Cameron, un republicano que se mostró ambiguo en relación al tema.

De apenas 45 años, Beshear fue el gran ganador de la noche, superó la performance de un Biden que perdió Kentucky en 2020 y se perfila como parte de la renovación general demócrata con aspiraciones nacionales. Antes que Beshear, otros candidatos demócratas ya habían superado por mucho la marca que obtuvo el presidente, ahora candidateado en busca de un segundo mandato.

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La reelección del gobernador de Kentucky es un caso testigo porque logró sobreponerse a un clima político en el que Biden cae en las encuestas ante Donald Trump, registra bajos índices de aprobación y conspira contra las chances electorales de los demócratas. El presidente estuvo ausente en la campaña de Kentucky y sólo expresó su apoyo a los demócratas en las legislativas estatales de Virginia. La estrategia de Cameron y los republicanos, que trabajaron para identificar a Beshear con Biden, no dio resultado.

El reelecto gobernador de Kentucky. Eludió a Biden en campaña. 

AP

Sin embargo, la Casa Blanca tomó la victoria de Beshear como un triunfo propio y salió a relativizar la seguidilla de encuestas que coinciden en dar al presidente Biden por detrás de Trump. Tal como contó LPO, la jefa de campaña de reelección de Biden expresó el punto de vista oficial durante su visita a Miami. A eso se sumó el mensaje de la cuenta de campaña de Biden en X: "Esta noche, en todo el país, ganó la democracia y perdió el MAGA. Los votantes votan. Las encuestas no. Ahora vamos a ganar el año que viene", afirmaron.

En línea con el optimismo de los colaboradores del presidente, se expresó en CNN Ryan Struyk. "La carrera para gobernador de Kentucky ha predicho el ganador de las próximas elecciones presidenciales en los últimos cinco ciclos", escribió. De acuerdo a ese tipo de interpretaciones, Biden expresará a nivel nacional en 2024 la fortaleza que hoy muestran los candidatos demócratas y no será un salvavidas de plomo.

De apenas 45 años, Beshear fue el gran ganador de la noche, superó la performance de un Biden que perdió Kentucky en 2020 y se perfila como parte de la renovación general demócrata con aspiraciones nacionales. 

Más de un año después de la anulación del caso Roe v. Wade, el derecho al aborto resultó ser un tema prioritario para los votantes también en la conservadora Ohio. Allí, los votantes optaron por consagrar la interrupción voluntaria del embarazo.

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Ohio fue uno de los estados que en 2022 hizo retroceder el acceso al aborto tras el fallo de la Corte Suprema. Kentucky y Ohio confirmaron el gran acierto demócrata de utilizar el prohibicionismo republicano para sumar votos de independientes.

Lo mismo pasó en Virginia, donde los demócratas mantuvieron su mayoría en el Senado estatal y derrotaron a la Cámara de Delegados después de una campaña en la que convirtieron al aborto en un tema clave. El gobernador republicano de Virginia, Glenn Youngkin, que aceptó una propuesta de prohibición del aborto durante 15 semanas, fue uno de los grandes derrotados de la noche y su promesa de disputar el liderazgo de Trump quedó herida de muerte, al menos en el corto plazo.

Las victorias demócratas llegan en el momento justo para un Biden que aparece acosado por las dudas en torno a su futuro. Horas antes de las elecciones, una encuesta de CNN le otorgó a Trump una ventaja sobre Biden de 49 a 45 por ciento entre los votantes registrados. Antes, la resonante encuesta del New York Times y Siena College había encendido todas las alarmas por la superioridad de Trump sobre Biden en los estados decisivos como Arizona, Georgia, Nevada, Michigan y Pensilvania.

Una interpretación opuesta a la de la Casa Blanca sostiene que las encuestas nacionales no se equivocan y advierte que la marca demócrata anti-MAGA goza de buena salud. Pero el gran problema es Biden. 

La Casa Blanca toma los resultados del martes como argumento para aseverar que ni la preocupación de los estadounidenses por la economía, ni el impacto de la guerra en Medio Oriente ni crisis globales las encuestas son indicadores importantes a la hora de ir a las urnas. 

Sin embargo, la interpretación opuesta es la que circula en otros círculos y difundió Político. Sostiene que las encuestas tienen toda la razón y que el problema no es la marca demócrata; es Biden. La coalición anti-MAGA que apareció en 2018, 2020 y 2022 sigue intacta, pero el presidente que está a punto de cumplir 82 años amenaza con arruinarla en una competencia a todo o nada. A la inversa, de acuerdo a The Washington Post, existe una verdadera pregunta sobre si los republicanos simplemente no acuden a las urnas cuando Trump no está en la boleta electoral.