La campaña de Ron De Santis, se hizo cuesta arriba. La distancia con Donald Trump sigue siendo inalcanzable y el gobernador de Florida empieza a entender a la larga lista de candidatos que prefirió no competir con el ex presidente ni confrontar con él. En las últimas horas, DeSantis parece estar ensayando un golpe de timón en busca de descontar la ventaja que le lleva Trump. Lo primero que hizo fue despedir a una docena de empleados de su equipo de campaña y lo segundo anunciar su primera aparición en la cadena CNN, donde Trump ya estuvo hace algunos meses.

A cargo de un estado republicano de enorme gravitación, DeSantis registra donaciones millonarias y tiene desde hace tiempo financiamiento propio de un candidato presidencial. Entre ellos aparecen magnates como Kelcy Warren, presidente de Energy Transfer LP, el cofundador de Home Depot Kenneth Langone y Melvin Sembler, un importante recaudador de Trump en la campaña de 2016. También el dueño de Citadel, Ken Griffin.

Pero sabe que nada es para siempre. Por eso, después de un trimestre de recaudación de fondos en el que la campaña gastó casi el 40 por ciento de los $20 millones que recaudó, intenta en forma manifiesta -para algunos desesperada- ensayar otro camino. Trump, por supuesto, lleva la delantera también en materia de recaudación y logró recolectar nada menos que $35 millones.

En medio de un éxodo de donantes, el multimillonario Griffin queda como incondicional de DeSantis para financiar su campaña

Entre los asesores republicanos afirman que DeSantis quiere emular a John McCain, quien despidió al personal de campaña superior hace exactamente 16 años, acampó en New Hampshire y ganó la nominación republicana y no como Scott Walker, quien simplemente se desvaneció en 2016.

DeSantis logró recaudar nada menos que $20 millones en el primer trimestre de campaña del año. Pero ya se gastó $8 millones -casi el 40 por ciento- sin lograr descontar la diferencia que lo separa de Trump.

Desde que fue reelecto en noviembre pasado, DeSantis se convirtió en el principal rival de Trump pero a poco de andar su candidatura se desinfló y el ex presidente volvió a concentrar la atención. El último promedio de encuestas de Real Clear Politics lo muestra 32,4 puntos por detrás del ex presidente.

Hasta el momento, el gobernador optó por restringir las entrevistas que dio a medios afines y conservadores pero la estrategia no le sirvió para perforar su techo. Pero los malos resultados lo obligaron a cambiar de libreto y ahora se prepara para ser entrevistado por Jake Tapper de CNN. Los analistas de campaña afirman que la desesperación lo llevó a reaccionar, aunque no está claro que lo haya hecho a tiempo. 

DeSantis, el fin de semana, en un acto en Tennesse.

AP

Ahora, DeSantis aspira a llegar a una audiencia nacional más amplia y se enfoca en el estado clave de Iowa. Según NBC News, el gobernador republicano considera la posibilidad de convocar a la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, como su compañera de fórmula.

Reynolds, que mantiene un enfrentamiento público con Trump, fue mencionada por DeSantis en un acto de recaudación de fondos en Ankeny, Iowa, Cuando se le preguntó si consideraría a Reynolds como una posible elección para vicepresidente si gana la nominación republicana, DeSantis dijo: "Por supuesto. Quiero decir, es una de las principales funcionarias públicas de Estados Unidos", afirmó.

Durante una entrevista con Fox Business, DeSantis culpó a los medios por seguir a Trump. "Creo que está bastante claro que los medios no quieren que yo sea su candidato. Han tratado de crear una narrativa de que, de alguna manera, la carrera ha terminado". Algunos interpretaron que se refería justamente a Fox y The Wall Street Journal, las dos grandes empresas de comunicación que pertenecen al magnate Rupert Murdoch.

"La gran pregunta es si DeSantis tiene la fuerza suficiente para combatir a Trump"

DeSantis se enfrenta a una prueba de fuego. Debe repensar cuál es la mejor forma de arrebatarle a Trump sus apoyos históricos dentro de los partidarios republicanos y debe esforzarse si quiere obtener más apoyos que rechazos.

Creo que está bastante claro que los medios no quieren que yo sea su candidato. Han tratado de crear una narrativa de que, de alguna manera, la carrera ha terminado.

Este lunes, sin ir más lejos, el gobernador recibió su primera demanda federal en la corte de Miami por parte de activistas que rechazan la ley antiinmigrante SB 1718.

La demanda fue presentada por varios grupos, incluidos el Consejo Estadounidense de Inmigración, Americans for Immigrant Justice, Southern Poverty Law Center y la Fundación ACLU de Florida en nombre de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, una organización  de trabajadores agrícolas con casi 12,000 miembros, que son tanto documentados como indocumentados.

En su presentación contra el gobernador de Florida, los activistas afirman: "Puso a miles de floridanos y residentes de otros estados, tanto ciudadanos como no ciudadanos, en riesgo de ser arrestados, acusados y procesados por un delito grave por transportar una categoría vagamente definida de inmigrantes a Florida (...) Es posible que las familias no puedan visitarse a través de las fronteras estatales. Es posible que los padres que viven cerca de la frontera estatal no puedan llevar a sus hijos a citas médicas o partidos de fútbol".