
Donald Trump lo hizo de nuevo. Confirmó su desinterés por un debate presidencial en el que tendrÃa mucho para perder, sin un retorno significativo a la vista. Será su tercer faltazo consecutivo. El expresidente lidera por enorme margen las encuestas de los aspirantes republicanos (algunas también lo empiezan a mostrar por encima de Joe Biden) y no quiere tomar riesgos incensarios. Pero esta vez le agregó un plus de desdén hacia sus adversarios de la interna opositora.
Trump llevará a fondo su intención de vaciar la pelea de los cinco sobrevivientes republicanos. Mientras los precandidatos debatan en TV por tercera vez, en esta oportunidad lo harán en el Downtown de la ciudad de Miami, el expresidente hará una presentación solista. El acto se realizará en un estadio de fútbol americano de Hialeah. El debate y la performance de Trump empezarán casi a la misma hora: a las 8 de la noche del miércoles 8 de noviembre.
La performance trumpista se concretará en una cancha ubicada a 20 kilómetros del Centro Adrienne Arsht para las Artes Escénicas. En ese teatro se cruzarán ante las cámaras los otros cinco anotados para acceder a la Casa Blanca. Las medidas de seguridad tomadas alrededor de ambos eventos generaron un caos de tránsito en el condado de Miami-Dade.
Desde la mañana del miércoles se cerraron calles, avenidas y carreteras, incluida una salida elevada de South Beach. El operativo está a cargo de agentes federales, estatales y del condado, incluidos el FBI y el Servicio Secreto, dijo Michael Vega, vocero de la policÃa de Miami. Un equipo SWAT está parapetado por las dudas en un lugar no revelado y los agentes monitorean cientos de cámaras callejeras en vivo. "Estamos preparados para lo que nos venga encima", dijo Vega.
"Es un evento de alto perfil. Queremos asegurarnos de que todo se desarrolle sin problemas, que la seguridad sea una prioridad y que todos se sientan seguros", dijo en una entrevista el alcalde de Miami Francis Suárez. Este cubano-americano se anotó fugazmente como candidato a la presidencia de Estados Unidos, pero quedó en el camino por no contar con los apoyos necesarios.
El lugar elegido por Trump tampoco fue casual. MAGA buscará demostrar su hegemonÃa en un municipio suburbano de casas modestas, casi sin edificios ni las torres vidriadas tÃpicas del centro de Miami. Los comercios y fábricas de Hialeah se anuncian sin excepción en español. Se trata del corazón de la clase trabajadora de cubanoamericanos exiliados en Florida. Una zona con el 96% de población latina, monopolizada ideológicamente por la rama más radical del partido republicano. Trump jugará de local, porque en los últimos años Hialeah se convirtió en Trumplandia.
A unas 10 horas para que MAGA aparezca en el escenario del estadio de Miami, los militantes trumpistas empiezan a copar las calles de Hialeah. Llevan caretas y pelucas de su Ãdolo, banderas y ropa con motivos orgullosamente estadounidenses. Posan cuando ven uan cámara y ensayan canciones contra Joe Biden para matar el tiempo que falta.
Esa demostración de poder encierra un mensaje de superioridad hacia el gobernador de Florida. El a su vez precandidato presidencial Ron DeSantis pintaba para hacerle sombra a Trump hace un año. Pero el impulso inicial, tras ser reelecto el año pasado, se fue desinflando y su postulación nunca terminó de despegar. Al punto de que el poderoso empresario hotelero Robert Bigelow, el mayor donante individual del gobernador de Florida, está considerando el cambio de esponsoreo. ¿Hacia dónde estudia rumbear el fundador de la cadena Budget Suites of America? Correcto, en respaldo de Trump.
En simultáneo a la performance del ex presidente en Hialeah, DeSantis buscará acortar la brecha que lo separa de Trump en el Downtown de Miami. No será el único. La exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, creció en las encuestas en las últimas semanas. Algunos estudios de opinión ya la dan empatada con DeSantis o levemente por encima del floridiano ultra-conservador.
El derrumbe del "desleal" Pence agiganta el dominio de Trump sobre el Partido Republicano
Además de Haley y DeSantis, hay tres postulantes que lograron superar, con lo justo, los requisitos impuestos por el Partido Republicano para seguir en carrera. Se trata del joven y excéntrico empresario Vivek Ramaswamy; el senador Tim Scott, de Carolina del Sur; y el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. Ramaswamy es el más trumpista de los cinco sobrevivientes. El afroestadounidense Scott, un evangélico practicante que milita en contra del derecho al aborto, suena como posible compañero de fórmula de Trump, según averiguó LPO. Christie, en cambio, hace bandera de su rechazo visceral, ético y existencial hacia Trump. Los cinco lÃderes republicanos intentarán hacerse ver en paralelo al show de Trump. Como desde hace 4 años, toda gira en torno del expresidente.
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.