Lo que casi nadie había previsto sucedió de repente en el Estado más grande y más rojo del país. La Cámara de Representantes de Texas votó a favor de iniciar un juicio político al procurador republicano Ken Paxton en una causa por sobornos y fijó la fecha de inicio para el próximo 28 de agosto.

En el Estado de la Estrella Solitaria, donde los republicanos son dueños absolutos del poder desde hace casi tres décadas, las disputas más importantes se dan entre ellos.

Aliado incondicional y fervoroso de Donald Trump, Paxton fue acusado no solo por sobornos sino también por ineptitud para el cargo y abuso de la confianza pública, una artillería fulminante que lo obliga a dejar el cargo en forma temporal hasta que comience el juicio en el Senado estatal y que podría conducir a su despido definitivo. Sus verdugos son sus socios históricos dentro del Partido Republicano.

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El proceso tiene una indudable trascendencia política de cara a las elecciones de 2024 pero además marca un hecho que casi no tiene precedentes. En los casi 200 años de historia de Texas, solo hubo dos acusados, ambos por malversación de fondos públicos: un juez estatal de distrito en 1975 y el gobernador en 1917. Nunca un procurador.

Sucede además apenas unos días después del lanzamiento presidencial de Ron DeSantis, el principal rival interno de Trump. Tal como contó LPO, el gobernador de Florida apuesta a tener de su lado a Texas en el proceso de las primarias republicanas. Sin embargo, tal como lo muestra el analisis del politologo Mark P. Jones, el ex presidente le lleva una gran ventaja en el inicio de la carrera a la Casa Blanca.

En el Estado de la Estrella Solitaria, donde los republicanos son dueños absolutos del poder desde hace casi tres décadas, las disputas más importantes se dan entre ellos. Los verdugos de Paxton son sus socios históricos dentro del partido.

Trump, que en 2022 llegó a organizar en su casa una cena de recaudación de fondos a favor de Paxton, salió de inmediato a cuestionar el proceso contra su gran aliado. 

Poco antes de que comenzara el debate, Trump criticó a Phelan y amenazó con "luchar" contra los republicanos de la Cámara que no apoyaron a su aliado. "Son los Demócratas de Izquierda Radical, RINOS y Criminales los que nunca se detienen ¡INTERFERENCIA ELECTORAL! ¡Libertad para Ken Paxton, que esperen a las próximas elecciones!", escribió Trump en las redes sociales.

Después de la votación, Trump publicó un video que Paxton citó como evidencia de que Phelan estaba borracho cuando presidió la legislatura la semana pasada. "¿Entonces este es el RINO responsable de la acusación de un Fiscal General de Texas recién reelegido que ha hecho un trabajo sobresaliente? ¿En que se está convirtiendo nuestro país?", agregó el ex presidente.

El Procurador de Texas, Ken Paxton.

APEric Gay

La sociedad política entre ellos es conocida e incluye la asistencia perfecta de Paxton a cada una de las visitas que el ex presidente hace a Texas, algo que no distingue al gobernador republicano Greg Abbott ni tampoco a Dhelan. Antes de ser electo para gobernar Texas, Abbott ocupó el mismo cargo que hasta los últimos días ocupaba Paxton.

Furioso detractor de la administración de Biden, el Procurador ahora es blanco de una ofensiva que nace de los republicanos que no lo quieren y algunos enmarcan dentro de la contienda nacional entre Trump y DeSantis. La pregunta por ahora sin respuesta es por qué Abbott no intervino para frenar la acusación de Dhelan contra Paxton.

De los 146 miembros de la Cámara presentes, 121 votaron a favor de acusar a Paxton, más de la mayoría requerida, incluidos todos menos un demócrata y 60 republicanos, 23 votaron no (todos republicanos) y dos estuvieron presentes pero no votaron.

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Paxton afirmó que espera una resolución rápida en el Senado de Texas y aseguró que tiene plena confianza en que allí tendrá un proceso justo y equitativo. En esa cámara, gobierna un aliado de Trump que además choca de manera repetida con Dhelan: el vicegobernador de Texas, Dan Patrick. De buena sintonía con Paxton, Patrick presidirá el juicio pero no podrá votar.

La pregunta por ahora sin respuesta es por qué el gobernador Abbott no intervino para frenar la acusación de Dhelan contra Paxton. 

El expediente que afecta al amigo de Trump lleva tres años. Muchas de las acusaciones surgieron en 2020, cuando ocho altos asesores de Paxton lo denunciaron ante el FBI por abuso de poder para beneficiar a un donante multimillonario: Nate Paul, un inversionista de bienes raíces de Austin que es amigo de Paxton y financió sus campañas. 

Cuatro de los ayudantes fueron despedidos y presentaron una demanda alegando represalias. En febrero, llegaron a un acuerdo de $3.3 millones, sujeto a que el estado pague y eso fue lo que desencadenó la ofensiva de Phelan. El titular de la Cámara de Representantes se opuso a que el gobierno de Texas se haga cargo de la forma en que Paxton logró aplacar las denuncias en su contra a Paxton.

"Si no fuera por la propia solicitud de Paxton de un acuerdo financiado por los contribuyentes sobre su conducta ilícita, Paxton no enfrentaría un juicio político", dijo el comité en un memorando publicado por la oficina de Phelan.

La destitución permanente de Paxton requeriría un voto de dos tercios de los 19 republicanos y una docena de demócratas del Senado. La esposa de Paxton, Angela, es una senadora republicana con derecho a voto. También lo es el senador Bryan Hughes (R), un teniente de Patrick mencionado en los artículos de acusación de la Cámara por haber ayudado a Paxton. Patrick no ha dicho cómo planea manejar esos posibles conflictos de intereses. Tanto él como Abbott han permanecido notablemente en silencio durante la investigación del juicio político de Paxton.

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Paxton, de 60 años, se estableció como un guerrero legal del Partido Republicano en Texas, sirviendo durante una década en la Cámara y dos años en el Senado antes de suceder a Abbott como fiscal general en 2015.

De 60 años y con tres mandatos como Procurador, Paxton tiene una larga historia de filiación republicana tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes. Pero se convirtió en un cruzado republicano a nivel nacional a partir de la derrota de Trump en 20202 y la asunción de Biden. Encabezó el desafío legal multiestatal a la elección de Biden y llegó a hablar en un acto de Trump en Washington el 6 de enero, poco antes de la insurrección. Después, se convirtió en enemigo de la política migratoria de Biden y lideró una coalición de estados liderados por republicanos que paralizó el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia diseñado para proteger a los niños migrantes de la deportación.

Paxton no solo recibió la solidaridad de Trump sino también de otro republicano de Texas con perfil nacional, el senador Ted Cruz. "Ken ha sido el AG conservador más fuerte del país. Sin excepción. Ningún fiscal general ha combatido los abusos del administrador de Biden con más ferocidad y eficacia", tuiteó Cruz.