
El presidente Joe Biden se metió de lleno en la pelea entre las principales automotrices del paÃs y el sindicato que representa a 150.000 trabajadores. No sólo el demócrata quiere evitar una huelga en las próximas semanas si no se llega a un acuerdo, sino que busca lograr que este sindicato apoye la campaña presidencial 2024, algo que todavÃa le es esquivo.
Biden le pidió a los trabajadores de las automotrices y los tres grandes fabricantes de automóviles de Detroit que se unan en un nuevo acuerdo antes de que expiren sus contratos el próximo mes. "Pido a todas las partes que trabajen juntas para forjar un acuerdo justo", dijo Biden en un comunicado mientras continuaban las conversaciones entre United Auto Workers (UAW) y Ford, General Motors y Chrysler.
"A medida que avanzamos en esta transición hacia las nuevas tecnologÃas, la UAW merece un contrato que sustente a la clase media", advirtió el demócrata. El sindicato no ha descartado la huelga si no se logran nuevos contratos antes del 14 de septiembre, la fecha lÃmite. El presidente de la UAW, Shawn Fain, informó a Biden el mes pasado sobre las negociaciones y se reunió con legisladores mientras el sindicato presiona por salarios y beneficios más altos.
También ha criticado algunas de las polÃticas sobre vehÃculos eléctricos de la administración de Biden, y hasta ahora el sindicato no ha respaldado la candidatura de reelección del presidente. Biden viene haciendo campaña con el apoyo de los sindicatos y ha intervenido en las conversaciones laborales en la industria ferroviaria y otros sectores. Abordar el cambio climático también es una parte clave de su agenda.
"Apoyo una transición justa hacia un futuro de energÃa limpia", recordó mientras que la UAW busca incluir en sus contratos a los trabajadores de las plantas de baterÃas de vehÃculos de empresas conjuntas.
"Como dijo el presidente, la UAW ayudó a construir la clase media y estamos luchando por contratos que devolverán la prosperidad a las comunidades de clase trabajadora que han estado luchando durante demasiado tiempo", apuntó Fain mientras que GM dijo que "negociará de buena fe" con el sindicato.
"Estamos de acuerdo en que es fundamental que todas las partes trabajen juntas en un contrato laboral justo, un contrato que brinde seguridad laboral y respalde buenos salarios y beneficios para los miembros de nuestro equipo al tiempo que permite a las empresas competir con éxito a nivel nacional y mundial", continuó.
Ford fue otro de los que mostró "buena voluntad". Y dijo que esperaba trabajar con la UAW en soluciones creativas durante este tiempo en que "nuestra industria, que cambia drásticamente, necesita una fuerza laboral capacitada y competitiva más que nunca".
Y Chrysler se mostró comprometido a trabajar constructivamente y en colaboración con la UAW para negociar un nuevo acuerdo que equilibre las preocupaciones de los 43.000 empleado.
Una huelga afectarÃa las ganancias de cada fabricante de automóviles afectado en alrededor de $400 millones a $500 millones por semana de producción, dijo el analista de Deutsche Bank Emmanuel Rosner.
El sindicato también juego con eso. Las propuestas de aumentos salariales, ajustes por el costo de vida y la eliminación de un sistema salarial escalonado también conllevan costos para los fabricantes de automóviles.
El Deutsche Bank estimó que los costos incrementales totales del contrato para los tres fabricantes de automóviles combinados en el escenario de "mayor probabilidad" serÃan de $3.600 millones en el primer año y un total de $23.000 millones en los cuatro años del contrato.
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