
Decidido a utilizar en su favor el conflicto que pone en aprietos a Joe Biden, Donald Trump anunció en las últimas horas que tiene pensado viajar a Detroit la semana que viene para visitar a los huelguistas de la industria automotriz que presionan por aumento de sueldo.
Tal como contó LPO, desde que se inició el reclamo sindical en Michigan, Trump se apuró a intervenir con astucia en busca de incomodar al presidente Biden y ganar la adhesión de los trabajadores de las grandes automotrices de Detroit. La oportunidad es inmejorable: el lÃder republicano es enemigo de los vehÃculos eléctricos que promueve Biden y detectó de inmediato que la huelga le permitirÃa volver a culpar a los demócratas por su ataque a la industria automotriz.
Como siempre, la jugada de Trump busca sincronizar con el escenario polÃtico nacional y es parte de su permanente intento por pararse por encima de sus rivales. El ex presidente pretende reunirse con los trabajadores de General Motors, Ford y Stellantis en las mismas horas en que los candidatos del partido republicano están llamados a animar el segundo debate televisivo. Los candidatos del Partido Republicano acordaron reunirse en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, California.
Es la segunda vez que Trump ignora a los republicanos que pretenden disputarle la candidatura presidencial. En la primera oportunidad, decidió darle una entrevista a Tucker Carlson que tuvo decenas de millones de visualizaciones en las redes sociales y ganó la atención de los votantes republicanos.
Según informó The New York Times, el viaje será el 27 de septiembre y, de acuerdo a lo publicado por AP, incluirá un discurso en horario estelar.
Desde que se lanzó a las grandes ligas de la polÃtica, Trump ha sido el candidato que mejor interpretó un cambio de época. En 2016, decidió abocar gran parte de su campaña a visitar ciudades del Rust Belt que sufrÃan la crisis de la minerÃa y la manufactura. Su campaña por presentarse como el representante de los hombres y mujeres olvidados de la clase trabajadora estadounidense le dio grandes gresultados.
A principios de este año, otra vez empeñado en regresar a la Casa Blanca, Trump soprendió con su visita East Palestina, en Ohio, después del descarrilamiento de un tren. Ese movimiento fue considerado por sus asesores como el punto de partido de un renacimiento, después de que sus candidatos perdieran las elecciones de medio término en estados clave.
El anuncio de que Trump viajará a Detroit enfureció a los asesores de la Casa Blanca. De inmediato, desde la campaña de Biden salieron a cuestionar al ex presidente por su polÃtica de gobierno. Le facturaron haber recortado impuestos a los grandes millonarios para los súper ricos mientras las compañÃas automotrices cerraban sus puertas y aseguraron que en caso de haber afrontado una crisis financiera como la que enfrentó Barack Obama en 2009 hubiera dejado morir a las automotrices en lugar de rescatarlas. Sin embargo, hasta el momento, no se anunció una nueva intervención de Biden en el caso y no son pocos los analistas que mencionan la cercanÃa del presidente a las grandes automotrices, en especial a General Motors.
Para evitar confusiones, el lÃder sindical Shawn Fain apuntó directamente contra Trump. "Se está invirtiendo cada fibra de nuestro sindicato en luchar contra la clase multimillonaria y una economÃa que enriquece a personas como Donald Trump a expensas de los trabajadores (...) No podemos seguir eligiendo multimillonarios y millonarios que no entienden lo que es vivir de sueldo en sueldo y luchar para salir adelante y esperar que resuelvan los problemas de la clase trabajadora", afirmó a través de un comunicado emitido este martes.
Sin embargo, el objetivo del ex presidente no es acercarse a los lÃderes sindicales sino ganar el apoyo de los trabajadores del sector. A eso se debe el anuncio de su viaje a Detroit.
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