La planta de ensamblaje de Michigan, propiedad de Ford, amaneció con trabajadores del automóvil sindicalizados ataviados con carteles que decÃan "estamos en huelga". Es la primera vez en la historia del sindicato United Auto Workers que se declara en huelga contra los tres fabricantes de automóviles. El sindicato de trabajadores del automóvil (UAW) avanzó en el conflicto después de que fracasaran las negociaciones para un nuevo contrato con los "Tres de Detroit", Ford, General Motors y Stellantis.
Este escenario podrÃa tener serias consecuencias en la economÃa estadounidense si se prolonga y hasta conducir a la primera caÃda neta mensual en el empleo asalariado en casi tres años. Los economistas ven el riesgo más inmediato para la actividad concentrado en el propio sector automovilÃstico, que recién este año se recuperó después de dos años en los que los cuellos de botella de la cadena de suministro relacionados con la pandemia obstaculizaron la producción. Con los inventarios de los concesionarios restringidos, las ventas de automóviles y camionetas nuevos se desplomaron incluso cuando la demanda de los consumidores se mantuvo fuerte.
El presidente del UAW, Shawn Fain, dijo a los miembros del piquete que el objetivo nunca era hacer huelga. "CorrespondÃa a las empresas hacer lo correcto por parte de sus trabajadores", afirmó.
"Hay una clase multimillonaria y luego estamos el resto de nosotros. Se espera que todos nos sentemos y tomemos las sobras y vivamos de sueldo en sueldo y nos las arreglemos como ciudadanos de segunda clase", dijo Fain. "Esto no se trata sólo del UAW. Se trata de los trabajadores de este paÃs. No importa lo que hagas en este paÃs, mereces una parte justa del capital".
Una gran huelga automotriz en Detroit altera las campañas de Biden y Trump
Consciente que este tema puede tener un serio impacto en su último año como presidente y que su imagen de "presidente sindicalista" depende de lo que suceda en Detroit, Joe Biden habló este viernes de que las ganancias de las empresas no se han compartido de manera justa. "Las ganancias corporativas récord, que tienen, deberÃan compartirse mediante contratos récord para el UAW", dijo Biden en la Casa Blanca. "Seamos claros: nadie quiere una huelga. Pero respeto los derechos de los trabajadores a utilizar sus opciones bajo el sistema de negociación colectiva y entiendo la frustración de los trabajadores", afirmó.
La respuesta más contundente llegó del senador Bernie Sanders, que decidió viajar a Detroit para unirse al presidente del sindicato con un mensaje a los trabajadores en huelga. El ala progresista con Sanders a la cabeza, respaldó huelgas recientes como la de Amazon, anticipándose a Biden y marcando la pauta a seguir.
El Sindicato United Auto Workers representa a casi 150.000 trabajadores automotrices y está siguiendo adelante con su plan para que todas las plantas se pongan en huelga juntas. Uno de estos trabajadores, Francisco Cardenas, de 41 años y de origen mexicano, decidió sumarse a los piquetes matinales frente a la planta de Wayne a las afueras de Detroit. Cardenas afirmó a LPO: "Estoy seguro de que la huelga afectará muy pronto polÃticamente y en la economÃa. Son muchos empleos diversos que se ven afectados fuera de la planta. Todo va a sufrir por esto. No queremos hacer huelga, solo queremos nuestra parte justa".
Cardenas trabaja para Ford desde hace 9 años e igual que sus compañeros realizó sacrificios laborales para ayudar a la compañÃa en momentos crÃticos. "Es un movimiento histórico, lo que les quitaron a los trabajadores en 2008 es hora de devolverlo. Nosotros los cuidamos, que ellos nos cuiden. Personalmente creo que la mayor parte del dinero va a parar a los directivos y los que nos hemos sacrificado durante los últimos años, no recibimos lo que nos corresponde. Hace años, cuando Ford estaba en bancarrota y los tres grandes también, los empleados dieron concesiones a Ford para evitar que la empresa se declarara en quiebra. Nos dijeron que nos lo devolverÃan por haber ayudado. Ahora están obteniendo ganancias y no quieren devolvernos nada. Es hora de levantarnos y que nos den un salario digno. Lo he vivido personalmente. Merecemos lo que nos corresponde, no estamos pidiendo nada desorbitado, estamos pidiendo nuestra parte ", dijo Cárdenas.
Muchos en el piquete de Ford dicen que le han dado a la compañÃa décadas de su tiempo y han trabajado, en ocasiones, 80 horas a la semana para ayudar a mantener las cosas funcionando y hacer que los directivos multimillonarios obtengan más dinero mientras la riqueza no les llega. El sindicato pidió semanas laborales de 32 horas, asà como un aumento salarial de alrededor del 40% en cuatro años y mejoras en beneficios como pensiones y más tiempo libre remunerado.
En agosto, el 97% de los miembros del UAW votaron a favor de una huelga. Entonces, Fain afirmó: "Los Tres Grandes han estado viendo grandes cifras en los bancos mientras nosotros nos estábamos rompiendo la espalda. ... Los miembros de nuestro sindicato están claramente hartos de vivir de cheque en cheque mientras la élite corporativa y la clase multimillonaria continúan besándose como bandidos".
Antes de la huelga, Ford emitió un comunicado diciendo que la compañÃa no podÃa aceptar la última contrapropuesta del UAW. "Eso duplicarÃa con creces los actuales costos laborales de Ford relacionados con el UAW, que ya son significativamente más altos que los costos laborales de Tesla, Toyota y otras empresas de propiedad extranjera", fabricantes de automóviles en los Estados Unidos que utilizan mano de obra no representada por sindicatos", afirmó.
Las empresas se defienden de las demandas sindicales y crÃticas con su apuesta por invertir en Estados Unidos, una retórica que se alinea con los mensajes del expresidente Donald Trump, quien en su estrategia reciente, ha criticado a Biden por defender los vehÃculos eléctricos y perjudicar la industria tradicional del automóvil que se encuentra ahora en el ojo del huracán.
Otra de las empresas afectadas por la huelga, Stellantis, dijo en un comunicado que estaban "extremadamente decepcionados por la negativa de los lÃderes del UAW a participar de manera responsable para llegar a un acuerdo justo en el mejor interés de nuestros empleados, sus familias y nuestros clientes. Inmediatamente ponemos a la CompañÃa en modo de contingencia y tomaremos todas las decisiones estructurales apropiadas para proteger nuestras operaciones en América del Norte y a la CompañÃa".
La otra firma involucrada en la huelga sindical, General Motors, también emitió una declaración en la que se declaró decepcionada por las acciones de los lÃderes del UAW, a pesar del paquete económico sin precedentes que GM puso sobre la mesa, incluidos aumentos salariales históricos y compromisos de fabricación. "Continuaremos negociando de buena fe con el sindicato para llegar a un acuerdo lo más rápido posible en beneficio de los miembros de nuestro equipo, clientes, proveedores y comunidades en todo Estados Unidos. Mientras tanto, nuestra prioridad es la seguridad de nuestra fuerza laboral", afirmó.
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