Como no había sucedido nunca antes, la crisis de los Sin Techo que afecta a Nueva York le da la oportunidad a los conservadores de incluirla entre las ciudades demócratas que padecen el mismo déficit. La metrópoli que gobierna el alcalde Eric Adams había evitado durante muchos años los campamentos generalizados que son más comunes en las ciudades de la Costa Oeste, en gran parte debido a un acuerdo legal único que la obliga a proporcionar una cama a cualquiera que la solicite. Conocido como "derecho a la vivienda", ninguna otra ciudad importante de Estados Unidos tiene un mandato similar.
Las docenas de inmigrantes que estaban acampados en la calle frente al Hotel Roosevelt en Manhattan se han ido, luego de que la ciudad los reubicara en una iglesia en Queens. Sin embargo, la situación atrajo la atención y la preocupación generalizadas cuando la multitud se quedó en la acera durante varios días frente al hotel que se ha convertido en un centro de acogida improvisado para los refugiados recién llegados.
Los trabajadores municipales se vieron abrumados nuevamente por la afluencia de solicitantes de asilo en el hotel, lo que provocó que se apresuraran a encontrar una vivienda más aceptable debido a la acumulación de pedidos. Pese a los intentos de limitar la interacción con los inmigrantes, LPO, presente en el Hotel Roosevelt, pudo advertir cómo la policía de Nueva York tenía directrices de alejar a los periodistas de las filas de solicitantes de asilo que se amontonaban en busca de lograr cobijo.
El drama de los latinos que duermen en las calles de Nueva York arrincona a Adams
La escena caótica sorprendió a los transeúntes, ya que las barricadas policiales encerraron durante días en la vereda a decenas de migrantes que no tenían acceso para hacer sus necesidades básicas. La nueva solución temporal esta vez fue una iglesia en Long Island City.
Nueva York lleva más de un año en bucle con el tema de la crisis migratoria. Adams responde siempre de la misma manera. Improvisa centros de acogida cada vez que llegan nuevos autobuses de la frontera sur en lugares que van desde escuelas a campos de fútbol y repite el mensaje auto exculpatorio: dice que le que hace falta ayuda y apunta de manera más o menos elíptica contra Joe Biden.
Adams ha culpado a la Casa Blanca por no enviar suficiente ayuda financiera ni actuar en solicitudes como autorizaciones de trabajo aceleradas. Más de 93.000 inmigrantes han llegado a la ciudad desde la primavera pasada y más de la mitad permanecen todavía bajo su cuidado. "Necesitamos ayuda", dijo Adams el lunes. "Y no va a mejorar. A partir de este momento, es cuesta abajo", afirmó el alcalde.
El presidente del condado de Manhattan, Mark Levine, quien se unió a las demandas de Adams de más ayuda federal, fue el más gráfico de todos. "Estamos en la etapa de desesperación", dijo. "Vamos a tener que tomar decisiones cada vez más difíciles sobre la ubicación de las instalaciones que, en este momento, van a interrumpir algún aspecto de la vida aquí".
Nueva York es el hogar de miles de personas que se consideran sin refugio, lo que significa que duermen en las calles o en el metro en lugar de tener a disposición una cama. Pese a la presencia de Sin Techo en las calles de la ciudad de los rascacielos, incluso reproducida en series y películas, la gran mayoría de la población sin hogar de Nueva York duerme en realidad en centros municipales. Es un contraste marcado con ciudades como Los Ángeles. Los inviernos más duros de Nueva York también hacen que los campamentos al aire libre a gran escala sean menos factibles que en la Costa Oeste.
La población de refugios para personas sin hogar de la ciudad acaba de llegar a cifras récord y ahora supera las 100,000 personas. Varios informes sugieren que muchos más inmigrantes llegarán a Nueva York en las próximas semanas y los funcionarios han estado tratando desesperadamente de encontrar lugares para albergar a los recién llegados. Se está contemplando lo que hasta hace algún tiempo hubiera sido considerado una locura: crear campamentos en el Central Park o Prospect Park en Brooklyn.
"Estamos tomando las mejores decisiones que podemos dada la información que recibimos. Si pudiéramos obtener una estrategia de descompresión en la que la cantidad de personas que entran por la puerta principal se ralentizará, creo que podríamos manejar esto mucho mejor. Pero en este momento todo está sobre la mesa", dijo la responsable de Salud y Servicios Humanos de la ciudad de Nueva York Anne Williams-Isom.
Las medidas que ha tomado la ciudad de Nueva York muestran la voluntad de dar acogida a los solicitantes de asilo, pero a su vez delatan los intentos de la autoridades para no visualizar el problema. Hasta la fecha, se ha procurado ubicar las grandes cantidades de personas recién llegadas en puntos alejados del Nueva York más turístico, pero la postal de la Gran Manzana ya incorpora la realidad de los recién llegados, en su mayoría hispanos y en gran medida venezolanos.
Si Nueva York confirma la ubicación de campamentos en Central Park, estaremos delante de un reconocimiento de que la nueva realidad que genera la crisis migratoria a la ciudad ya no se puede maquillar y va a tener un coste electoral en 2024.
Si un alcalde demócrata como Adams fue capaz de decir que Biden le había "fallado" a la ciudad en materia de inmigración y que "Nueva York está siendo destruida por la crisis migratoria", podemos esperar que sus palabras vayan a escucharse de fondo en campaña. Los republicanos solo tienen que hacerse eco de la división interna en las filas de Biden para dar cuenta de una realidad que se agrava y profundizar las críticas a su gestión.
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