La Casa Blanca sigue con atención los movimientos de Nicolás Maduro. El Departamento de Estado se debate entre considerar que el presidente venezolano sólo busca generar confusión y ganar tiempo o deducir si efectivamente planea una invasión militar al oeste de Guyana. Por las dudas, la administración demócrata reaccionó y movió las tropas del Comando Sur. Lo hizo de forma literal. El mÃtico US SOUTHCOM (las siglas en inglés de United States Southern Command) desplegó operaciones militares dentro del paÃs vecino a Venezuela.
El Comando Sur coordinó la maniobra junto a la Fuerza de Defensa de Guyana. Se tratará de una serie de operaciones de vuelo militar sobre ese paÃs, limÃtrofe de Venezuela y de Brasil. "Estados Unidos continuará su compromiso como socio de seguridad de confianza de Guyana y promoverá la cooperación regional y la interoperabilidad", explicaron desde el SOUTHCOM.
El mes pasado, el Comando concretó un ejercicio de entrenamiento combinado en Belem, Macapa y Oiapoque, en Brasil. Unos 300 soldados del Ejército y de la Guardia Nacional estadounidense entrenaron junto con más de 1.000 efectivos brasileños.
Conducido por la generala cuatro estrellas Laura Richardson, quien a su vez es piloto de helicópteros, el SOUTHCOM es uno de los once comandos de combate de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Depende del Departamento de Defensa y representa los ojos militares de EE.UU. en Latinoamérica. La base central del Comando Sur está ubicada en la ciudad residencial de Doral, uno de los 34 municipios que integran el condado de Miami-Dade.
AsÃ, el gobierno de Joe Biden busca ponerle un freno al chavismo. Porque no sabe hasta dónde piensa avanzar el gobierno venezolano. La jugada de Maduro nació a raÃz de un extraño referéndum respaldado por el gobierno, en el que el 95% de los venezolanos aparentemente votó a favor de la anexión del territorio en disputa. Se trata de una parte de Guyana rica en recursos. Irfan Ali, el presidente de Guyana, protestó de inmediato y dijo que planteará el reclamo ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El secretario de Estado Antony J. Blinken habló por teléfono con el presidente Irfaan Ali, para reafirmar el "apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la soberanÃa de Guyana".
El plan del Comando Sur contra "la maligna influencia" militar de China en Latinoamérica
La amenaza de Maduro coincide con un empantanamiento de las negociaciones con los Estados Unidos. Porque el gobierno chavista no termina de hacer las concesiones que pretende la administración demócrata. No libera a los tres presos estadounidenses ni garantiza fair play electoral, habilitando la postulación de la lÃder opositora MarÃa Corina Machado.
Más aún, este miércoles el fiscal general de Venezuela ordenó la detención de una docena dirigentes de la oposición, incluido el exlÃder de la Asamblea Nacional Juan Guaidó y tres miembros del personal de campaña de la candidata presidencial MarÃa Corina Machado.
En las últimas horas, el Departamento de Estado volvió a mostrarle los dientes a Maduro. Le dio un ultimátum público al régimen venezolano, mientras los republicanos apuran a Biden para que restituya las sanciones comerciales. Porque en octubre pasado, la Casa Blanca levantó las sanciones al petróleo, el gas y el oro de Venezuela. En paralelo, Maduro aceleró las hipótesis de una posible anexión de la región de Esequibo.
En Washington se encendieron las alarmas. Algunos analistas evalúan que Maduro podrÃa estar construyendo una excusa para imponer un estado de excepción que le permita amañar las elecciones del año próximo y asà continuar en el poder.
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