Deja vú sanguinario en Ecuador. Una semana antes de las presidenciales anticipadas, el candidato Fernando Villavicencio fue asesinado a la salida de un acto. Ahora, a una semana para la segunda vuelta, aparecieron muertas siete personas acusadas de haber sido autores materiales del crimen contra Villavicencio. Los siete varones fueron ahorcados. Seis de nacionalidad colombiana estaban en un pabellón de la cárcel de Guayaquil. El otro posible autor del magnicidio, un hombre ecuatoriano, fue asesinado de la misma forma en Quito. Alguien se propuso silenciar a los sicarios y lo logró sin inconvenientes. Al momento sobreviven cinco acusados del crimen.
Hace diez dÃas, el gobierno de Joe Biden tomó una decisión inédita. Anunció una recompensa de cinco millones de dólares a cambio de información sobre los conspiradores y autores intelectuales del asesinato a Villavicencio. El ex candidato, periodista de alto perfil y dirigente cercano al presidente saliente Guillermo Lasso recibió un disparo en la cabeza el 9 de agosto en Quito. El anuncio de la administración demócrata fue realizado directamente por el Secretario de Estado Antony Blinken. "Como demostración de nuestro compromiso con la justicia y la lucha contra el crimen organizado", planteó. El FBI además viajó para colaborar con la investigación del magnicidio.
Para un grupo de republicanos no fue suficiente. Con el cubano-estadounidense Marco Rubio a la cabeza, siete senadores le reclamaron a Biden responsabilizar al ex presidente Rafael Correa. Los republicanos lo acusan de "corrupción" y "violaciones de los derechos humanos".
Ahora, la presidencia ecuatoriana se definirá en un mano a mano entre Daniel Noboa y la candidata correÃsta Luisa González. Pero la principal novedad es la infiltración del poder narco en un paÃs que, a diferencia de Colombia, México o Perú, no mostraba ese problema.
Además de compartir frontera con los dos mayores productores de coca del mundo (Colombia y Perú) y tener una extensa costa en el PacÃfico, ahora la economÃa dolarizada facilita el lavado de dinero.
En paralelo, el Ministerio Público de Ecuador acaba de dar por terminada la etapa de investigación del asesinato de Villavicencio. La FiscalÃa difundió que un testigo reservado declaró "bajo juramento" sobre los preparativos y montos que ofrecieron los autores intelectuales. El testimonio apunta contra la persona que "habrÃa dado la orden para cometer el crimen".
¿De quién se trata? ¿Quién dio la orden? El excandidato Christian Zurita, quien reemplazó al asesinado Villavicencio y era su principal aliado, no tiene dudas. Señaló como responsable del crimen al "gobierno de Correa". Zurita afirmó que asà lo reveló el "testimonio adelantado del único testigo que les faltó matar (y que se encontraba protegido)". Y agregó: "El valor pactado con los sicarios para acabar con la vida de Fernando fue de 200.000 dólares.
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Correa se atajó. El ex presidente afirmó que al testigo "le han ofrecido todas las garantÃas para crear este falso positivo". Y apuntó contra la fiscal general Diana Salazar, quien a su vez condujo la acusación que derivó en la condena de ocho años de cárcel e inhabilitación polÃtica por corrupción contra el expresidente. Correa vive en Bélgica para eludir esa sentencia.
Respecto a las acusaciones contra el correÃsmo por el asesinato de Villavicencio (explÃcitas por parte de Zurita y veladas desde la fiscalÃa), en Ecuador ya circula una versión más detallada. Se trata de un supuesto complot que conecta al ex presidente con sectores del gobierno colombiano de Gustavo Petro, incluye plata negra de origen narco y terminaciones callejeras en bandas y sicarios.
Ese relato está alimentado centralmente por Zurita y por servicios de inteligencia, según pudo constatar LPO. De acuerdo a esa versión de los hechos, Villavicencio fue "silenciado" porque estaba por revelar una trama de corrupción y complicidad con el narcotráfico que unÃa al correÃsmo con el gobierno de Petro. Los nombres apuntados son los de un grupo de asambleÃstas, como Ronny Aleaga y Roberto Cuero, más el ex ministro del Interior José Serrano. También, Raisa Vulgarin, polÃtica ecuatoriana y novia del primo de Nicolas Petro; Ricardo Patiño, ex secretario de Relaciones exteriores y Vinicio Alvarado, ex ministro de Turismo.
Esa pista está relacionada con una investigación previa de la brigada antinarcóticos contra el principal microtraficante en Quito. Se trata de Fabricio Colón Pico, quien acumula causas en su contra por narcotráfico, robo, extorsión, delincuencia organizada y tenencia de armas. Pero misteriosamente todavÃa se encuentra en libertad. Presunto brazo armado de la banda criminal Los Lobos, Colón Pico habrÃa sido uno de los organizadores del magnicidio, según la hipótesis de la que aún no se conocen pruebas contundentes.
Correa, en cambio, aseguró que el atentado contra el periodista y exasambleÃsta Villavicencio fue un "complot de la derecha" que le impidió a su candidata ganar las elecciones en primera vuelta. Y cerca del ex presidente además recuerdan que Zurita se negó a entregar el celular de Villavicencio a la fiscalÃa. Según confesó el compañero del dirigente asesinado, "la información del teléfono de Villavicencio se puede filtrar y puede destruir su reputación". Una asesora correÃsta traduce según su mirada esa afirmación ante LPO: "Villavicencio llevaba y traÃa información y vendÃa el servicio de blindaje mediático".
Como sea, el candidato anti-correÃsta terminó acribillado. Y la mayorÃa de posibles asesinos materiales, también. En este contexto de violencia, desconfianza y acusaciones cruzadas, Ecuador definirá a su próximo presidente.
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