El Departamento de Estado sumó otro dolor de cabeza regional. Se trata de la crisis abismal, polÃtica y humanitaria que atraviesa HaitÃ. El paÃs caribeño tiene a su capital tomada por pandillas violentas y a la población hambreada. Y a su vez exhibe una notoria ausencia de lÃderes emergentes. Cada paÃs con problemas sociales en el continente además aumenta la presión migratoria sobre Estados Unidos. AsÃ, la crisis de Haità se vuelve un conflicto electoral para la Casa Blanca.
La renuncia del primer ministro haitiano, Ariel Henry, habilitó un giro en la diplomacia estadounidense. La administración demócrata buscó durante los últimos 3 años mantenerlo en el poder. Henry gobernaba de forma interina desde julio de 2021, tras el asesinato del mandatario Jovenel Moïse.
El Departamento de Estado afirmó que espera que el nombramiento de un nuevo primer ministro haitiano se concrete "sin más demora", en medio de la escalada de violencia en el paÃs. "No sé exactamente cuándo será, pero esperamos que suceda sin más demora", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
La salida de Henry será efectiva una vez se forme un Consejo presidencial de transición, algo que según Miller debe ocurrir de forma inminente. Y de ahà debe surgir por consenso el nombre del nuevo primer ministro de transición, a la espera de las primeras elecciones libres en casi una década.
Esta decisión fue adoptada el lunes en una reunión del Caricom realizada en Jamaica, donde hubo delegados de Estados Unidos, Canadá, Francia, Brasil y la ONU. El Secretario de Estado, Anthony Blinken, dijo desde Kingston que el Departamento de Defensa duplicó los fondos de ayuda a HaitÃ. La misión de mantenimiento de la paz elevó el flujo de 100 millones a 200 millones de dólares. Y el gobierno de Joe Biden prometió 33 millones extra para salud y seguridad alimentaria.
Sobre la sucesión presidencial, ya hay una controversia en marcha. Porque uno de los anotados es Guy Philippe, un ex rebelde y figura popular en HaitÃ. Philippe encabezó un intento golpista que derivó en el derrocamiento paramilitar del presidente Jean Bertrand Aristide en 2004.
De 56 años, Philippe terminó de cumplir una condena de seis años de prisión en Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico. Tras ese tiempo en la cárcel, fue deportado a Haità en noviembre pasado. Desde su regreso al paÃs, reclamó y operó para lograr la destitución del primer ministro Henry.
En una entrevista con Local 10 News, Philippe dijo que el resultado de la reunión de emergencia del lunes en Jamaica no es la respuesta que él pretende. Planteó que Haità y "nadie más" debÃa decidir su futuro. "No vamos a aceptar la mascarada. Nadie va a aceptar eso", amenazó. Y agregó que espera que en los próximos dÃas haya más manifestaciones en las calles, contra el plan de los lÃderes caribeños, Estados Unidos y Canadá.
Una alta fuente del Departamento de Estado, sin embargo, advirtió ante LPO y otros medios que Philippe no es bienvenido. Comentó que la participación en el consejo presidencial tiene requisitos. ¿Cuáles? La invitación excluye a personas acusadas, acusadas o condenadas por delitos.
"Me pregunto si el propio marco jurÃdico de Haità lo permitirÃa o no, pero les remito ese punto a las autoridades haitianas", comentó el funcionario de Biden. Pero a la vez avisó que los Estados Unidos y la gran mayorÃa de la comunidad internacional considerarÃa la postulación de Phillippe como un hecho "profundamente preocupante". Reafirmó que "tendrÃamos serias preocupaciones al respecto".
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.