El gobierno de Joe Biden completará su adaptación hacia la realidad en la Argentina. Si bien en un principio miró con escepticismo y cautela el ascenso de un outsider como Javier Milei, quien hacÃa campaña vociferando su admiración por Donald Trump y el movimiento MAGA, con el resultado puesto empezó a cambiar de actitud. Al punto de que ahora declama una afinidad inesperada hasta hace pocos meses.
La semana pasada, el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian A. Nichols, se reunió en Buenos Aires con funcionarios del gobierno libertario. Durante su gira llenó de elogios a Milei. Y lo hizo en el lÃmite de la exageración protocolar. Mientras los salarios en pesos se derriten ante la inflación, Nichols ponderó los esfuerzos del gobierno argentino por "proteger a las personas más vulnerables mientras siguen un proceso de ajuste para atender las necesidades económicas del paÃs".
El subsecretario para el Cono Sur del Departamento de Estado, Kevin K. Sullivan, refrendó el respaldo de Biden a Milei. "Tenemos plena confianza en que va a hacer su trabajo y su agenda va a progresar", comentó Sullivan en exclusiva para LPO.
"Milei tiene que aprender de sus errores porque si fracasa le van a echar la culpa a Trump"
Ahora será el turno del funcionario más importante de la polÃtica exterior de Biden. El secretario de Estado, Antony J. Blinken, viajará a la Argentina y Brasil, para verse cara a cara con Milei y Luiz Inácio Lula da Silva.
Entre el 20 y 23 de febrero, pasará por Brasilia, RÃo de Janeiro y Buenos Aires. En la capital polÃtica de Brasil se reunirá con Lula da Silva para discutir la agenda bilateral y global. En el vÃnculo con el presidente brasileño, a diferencia de lo ocurrido con Milei, no se arrastran tensiones ni desconfianzas previas. La postura posterior de Lula respecto a la invasión rusa a Ucrania y el reciente contraataque de Isreal en Gaza, sin embargo, sà generó cortocircuitos con la Casa Blanca.
Pese a esos ruidos de fondo, Brasil es un aliado estratégico de la administración demócrata, dentro de un continente convulsionado y sin una hegemonÃa clara en la paleta ideológica de gobiernos latinoamericanos. Según confirmó Brian Nichols ante LPO y otros medios, Biden valora el papel que jugó Lula en la mediación con el chavismo de Nicolás Maduro. Y espera que sea un garante de la estabilidad, ante el amague de avance de Venezuela sobre Guyana. Además Estados Unidos es el principal inversor de Brasil.
Blinken reforzará ante el Lula el apoyo de Estados Unidos a la presidencia de Brasil en el G20. Y después participará de la reunión de ministros de Relaciones Exteriores de ese foro en RÃo de Janeiro. El Departamento de Estado se centrará en la Asociación Estados Unidos-Brasil por los Derechos de los Trabajadores y la cooperación en la transición a la energÃa limpia, según adelantaron a este medio.
En el encuentro de cancilleres, el secretario desplegará su libreto en favor de la estabilidad, la inclusión social y la gobernanza global. También, la agenda ecologista de Biden sobre crisis climática y promoción de energÃas limpias. Blinken pedirá especialmente respaldo internacional para HaitÃ, paÃs que enfrenta un vacÃo de poder extremo.
En Buenos Aires, el enviado de Biden tendrá su primer mano a mano con Milei. "Discutiremos el crecimiento económico sostenible, nuestro compromiso compartido con los derechos humanos y la gobernanza democrática, los minerales crÃticos y la mejora del comercio y la inversión que beneficia a ambos paÃses", explicaron desde el Departamento de Estado.
La enumeración temática omite una zona de conflicto entre la Casa Blanca y el mileÃsmo: la preocupación por el calentamiento global. Lo que para Biden es una prioridad, por momentos más retórica que efectiva, para el libertario argentino es un eslogan anticapitalista de la izquierda global.
Javier Milei: "Elon me dijo que estaba muy interesado en invertir en Argentina"
Los minerales crÃticos, en cambio, representan un interés compartido. Las ventas argentinas de litio a EEUU representan casi el 50% del total comprado por el paÃs. Pero la polÃtica proteccionista de Biden le puso una traba a ese flujo. En particular lo hizo la Ley de Reducción de la Inflación (IRA), una norma que es a la vez eje y orgullo de la gestión demócrata. En el sur del continente, la sanción de la IRA derivó en una protesta del gobierno argentino.
Desde los tiempos de Alberto Fernández en la presidencia, Argentina reclama que Biden haga una excepción en la ley para facilitar las exportaciones de litio. Porque la IRA otorga créditos fiscales para la compra de autos con baterÃas de litio que hayan sido fabricados en EEUU o en paÃses con los tenga un tratado de libre comercio vigente. Y Argentina, sólo por el momento, no forma parte de ese club.
El mega-millonario Elon Musk, dueño de la automotriz Tesla y fan mileÃsta desde X (otra de sus propiedades), también hace fuerza por una deferencia hacia la Argentina. ¿Cómo serÃa ese posible acuerdo? Una alternativa es que se firme un tratado de libre comercio especÃfico para minerales crÃticos. La poderosa Cámara de Comercio de EE.UU. propone exactamente ese tipo de asociación bilateral. Asà se lo confirmaron a LPO desde esa Cámara, el brazo empresario más grande de los Estados Unidos.
Inmediatamente después del encuentro con Blinken en Buenos Aires, Milei expondrá su corazoncito ideológico en los Estados Unidos. Tras la reunión formal de trabajo llegará la cita realmente elegida. El presidente argentino viajará a Maryland, cerca de Washington, para sumarse a la Conferencia PolÃtica de Acción Conservadora. La CPAC es una suerte de vidriera y lugar de networking para la ultraderecha del mundo. El cierre del festival quedará en manos del polÃtico que lidera las encuestas para volver a convertirse en el presidente de los Estados Unidos: Donald Trump.
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